El coronel de la Policía Galo Pérez dijo que la búsqueda de la ciudadana argentina reportada como desaparecida condujo a la vivienda de la víctima, cuyo cadáver fue hallado en una cisterna. Foto: Twitter Crnel. Galo Pérez Dávila
“Quiero saber cómo y cuándo sucedió. Quiero saber lo que le ocurrió a mi madre”. Esas son las palabras de David Ludeña, uno de los cinco hijos de Gabriela Andrea Pedraza, ciudadana argentina reportada como desaparecida el pasado 3 de marzo de 2020 en Ballenita, Santa Elena, en la Costa del Ecuador.
Pasadas las 23:00 del martes 10, David conoció -por llamadas de civiles- que el cuerpo de su madre fue hallado en el interior de una cisterna en la vivienda en la que residía desde el 18 de junio de 2019. La noticia fue confirmada por el coronel Galo Pérez Dávila, comandante de la Zona 5 de la Policía Nacional, quien informó que se trata de una “muerte violenta”.
Pérez Dávila anunció en su cuenta oficial de Twitter que la “autopsia determinará las causas de deceso de la mujer que había sido lanzada a la cisterna, la cual después fue sellada con cemento”. Una fotografía del lugar en donde fue hallado el cadáver fue publicada por el coronel, en donde se observa una capa poco profunda de concreto gris que cubre el depósito.
En el interior de la vivienda, donde vivía Gabriela Pedraza, de 50 años, agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) también encontraron máculas de sangre en el piso y puertas. El Comandante informó que se abrió una investigación por la muerte de la ciudadana argentina con la fiscal Irene Cuenca, a cargo de las indagaciones.
En Córdoba (Argentina) son las 24:00 y David apenas puede hablar, pero dijo con firmeza a EL COMERCIO que espera que las autoridades ecuatorianas se comuniquen con la familia y la investigación sobre la muerte violenta de su madre avance. Llegará a Ecuador, dijo, en los próximos días. “No queremos que el crimen de mi madre quede en la impunidad. Quiero saber quienes fueron. Quiero justicia para Gabriela, justicia para mi mamá“.
Alegre, vivaz, afectiva, valiente, una mujer y madre perseverante. Así era Gabriela, quien laboraba desde hace nueve meses en Ecuador. Se decidió por arribar al país, relatan sus familiares, para probar suerte y visionar otro futuro. Buscaba la forma de subsistir: vendía casas prefabricadas y distintos artículos en Ballenita. “Había hecho muchos amigos allá. Nos decía que vayamos a visitarla, que era muy lindo todo”, recuerda David.
Gabriela se sentía feliz en Ecuador y no dejó de mantener contacto con su familia hasta el día de su desaparición.
Aquel 3 de marzo, la última vez que la vieron, de acuerdo con la versión de testigos, Gabriela vestía un par de jeans azules, una gorra blanca y un bolso de mano negro. Al día siguiente, el 4 de marzo, tenía que acudir a una cita para renovar su visa de permanencia en el país, pero nunca llegó.
Desde su desaparición, reportada por un amigo cercano de la mujer en Ecuador, la familia no paró de buscar ayuda. Sus cinco hijos levantaron una campaña en Facebook y Twitter, además de una colecta para recoger fondos y que uno de ellos pudiese llegar al país para seguir las investigaciones.
El rostro de Gabriela también se difundió en redes sociales no solo en Ecuador, sino también en Argentina. El cartel de su búsqueda estuvo presente durante el 8 de marzo último, Día Internacional de la Mujer, cuando miles de mujeres ecuatorianas salieron a las calles para defender sus derechos y levantar su voz como protesta contra la violencia machista. Miembros de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas (Asfadec) sostenían su fotografía, mientras caminaban desde el parque El Arbolito hasta la plaza del Teatro.
La violencia contra la mujer en Ecuador va en aumento. Desde el 2014 hasta el 2 de marzo del 2020, se han registrado 748 feminicidios en el país, de acuerdo con el mapa desarrollado por Fundación Aldea, Taller de Comunicación Mujer, Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu) y la Red de Casas de Acogida.