Redacción Política
El embajador de Venezuela en Ecuador, Óscar Navas, cuestionó las declaraciones de la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, quien pidió a los países sudamericanos no “coquetear” con el Gobierno de Irán al considerarlo patrocinador del terrorismo internacional. Para él, el respeto a las relaciones bilaterales con otros países es un derecho de cada nación que no puede ser ultrajado.
Hillary Clinton advirtió a los líderes latinoamericanos que analicen las consecuencias de mantener relaciones con Irán. ¿Eso podría afectar la agenda de Venezuela con el país islámico?
Esa señora podrá seguir emitiendo conceptos, pero eso no nos interesa porque somos representantes de pueblos soberanos e independientes. No somos lacayos. Ella debe interesarse en gobernar a su pueblo, donde hay más de 40 millones de personas que están bajo de la línea crítica de pobreza. Deje al mundo tranquilo.
Hoja de vida
Óscar Navas
El Embajador nació en Caracas el 27 de junio de 1958. Se graduó como licenciado en Ciencias y Artes Militares. Participó en el golpe militar de 1992.
En febrero de 1999 solicitó la baja militar se postuló como candidato a la Asamblea Nacional Constituyente por Carabobo.
Ustedes impulsan una serie de cambios geopolíticos en los países denominados progresistas de América del Sur. ¿Las declaraciones de Clinton podrían afectar su proyecto a futuro?
No pasa nada. A lo mejor, la intención es mantenernos desunidos, pero no lo va a conseguir. Los pueblos han encontrado su camino y tenemos gobiernos que no se arrodillan ante el imperio.
El presidente Hugo Chávez hizo una alerta de guerra en la región por la presencia de bases militares estadounidenses en Colombia. ¿Considera que el conflicto bélico con su vecino es la única salida para solucionar ese tema?
Es una alerta que hizo y la asumió como una responsabilidad de Jefe de Estado ante una amenaza militar en el país vecino. La misión de él como Mandatario y comandante de las Fuerzas Armadas es alertar a la población. Vamos a estar atentos porque no sabemos con lo que nos pueden salir y es posible que nos ataquen.
Si el conflicto bélico estalla en la región, ¿sus compatriotas están preparados para afrontar la guerra?
¿Qué pueblo y ciudadano del mundo no está dispuesto a ofrendar su vida por su país? Nosotros no escapamos de eso. Llevamos en nuestros genes los ideales de Simón Bolívar: la integración y la defensa. De eso no se escapa ningún venezolano o ecuatoriano.
¿Una de las estrategias de defensa de su país es la compra de armamento a Rusia?
Pertenezco a las Fuerzas Armadas y los fusiles que utilicé en la Academia Militar de Venezuela tenían como 70 años de antigüedad. Un país tiene la obligación de renovar su parque militar en todos los ámbitos. Otro punto de influencia fue que todos los aviones que teníamos eran de fabricación estadounidense y no nos vendían los repuestos. Por eso tuvimos que buscar otros mercados y otra tecnología.
En América del Sur, varios países han adquirido armamento de todo tipo. ¿Considera que vivimos una carrera armamentista que impulsa a la región hacia un conflicto armado inminente?
Otros países son belicistas, nosotros nos estamos armando ante una amenaza. Tenemos un armamento obsoleto y tenemos que actualizarlo, nada más.
Venezuela, a través de Unasur, trató de impedir la presencia de tropas estadounidenses en bases colombianas y no lo consiguió. ¿Se sienten perdedores?
La reunión de Unasur no fue un ring de boxeo. Queremos buscar la integración de los países en una sola confederación de objetivos comunes. Al final, los que ganan o pierden son los pueblos. La Unión Europea se tardó casi 50 años en aplicar el sistema que poseen y aun así tienen sus diferencias.
Tras la reunión en Quito acordó aplicar medidas de confianza mutua. ¿Confía en que se cumplan?
Es un proceso de negociaciones en diferentes ámbitos que se van a concretar paulatinamente.