Esto consta en un documento presentado por los propietarios de Marsans a los bancos para renegociar una deuda vencida de 120 millones de euros.
Según el texto, Díaz Ferrán no explicó de forma clara en qué se invirtió este dinero, pero sí aclaró que no puede garantizar la devolución del mismo. Pese a todo, se indica que Marsans es una compañía fiable.
Mientras tanto, el Gobierno español pidió a los bancos que faciliten préstamos al dueño de AirComet, cuyos afectados superan los 100 000, para el resto de sus empresas. Según El Mundo, “es un baldón para la clase empresarial y motivo diario de descrédito para la CEOE, que la presida alguien cuya situación -tal vez hasta desde un punto de vista penal- le convierte en inevitable rehén del Gobierno”.