Redacción Quito
Doraimon, Barney, osos y payasos hechos con engrudo y cartón son algunos de los personajes que cuelgan en los portales de las tiendas de fiestas en el barrio de San Roque, en el Centro Histórico de la ciudad.
Desde inicios de la década de los ochenta, los amarillos, naranjas y azules de las primeras piñatas empezaron a tomarse los alrededores de la plaza de San Francisco. Uno de los primeros locales es el que hoy administra Katherine Guevara, en la Benalcázar.
Su madre aprendió el oficio de una tía que llegó de Guatemala. “Al principio lo que más se vendía eran piñatas y ollas encantadas”.
Con el tiempo, la variedad de productos se fue incrementando al igual que los negocios. Actualmente existen al menos 18 locales que ofertan productos para fiestas infantiles en las calles Benalcázar, Bolívar y Cuenca.
Hace 18 años Milton Reinoso abrió su primer local en la calle Bolívar. El comerciante asegura que los artículos que más se vendían eran los que representaban a los personajes de Disney. “La televisión influye bastante en los gustos de los clientes”, refiere.
Por eso, la mayoría de locales amplió la gama de productos para conservar la clientela. Otra de las estrategias para atraer clientes está en mantener los costos y ofrecer paquetes promocionales y otros servicios.
“Usted pone la plata y nosotros armamos la fiesta”, afirma Jenny Mogollón, en su tienda ubicada en la calle Cuenca.
En este almacén, como en otros locales, se ofrecen paquetes temáticos. Estos incluyen tarjetas de invitación, servilletas, platos, vasos, bonetes, manteles, adornos, juguetes, piñatas y hasta la animación con payasos. “Lo que nunca pasa de moda son las ollas encantadas”, aseguraMogollón.
Además de los artículos de fiesta, en el local de Mogollón aún se pueden encontrar las tradicionales colaciones y turrones.
Aunque cumpleaños hay todos los días, las temporadas de mayor venta llegan en diciembre y carnaval. En diciembre, por ejemplo, los productos de mayor venta son las máscaras, disfraces y las cachiguarmas, que son unas caretas hechas de alambre. En Carnaval en cambio la carioca y los globos ocupan el primer lugar en ventas.
Testimonio. Silvana Salguero/ Artesana
Al principio solo eran tres locales
A inicios de los años ochenta solo existían tres locales que ofrecían artículos para fiestas en el Centro Histórico. En los últimos ocho años se han incrementado los locales y la variedad de productos en el sector.
Al principio, las ollas encantadas, fabricadas en arcilla, se pintaban manualmente. Ahora por economizar tiempo y costos se forran con papel de colores.
Las piñatas son una tradición mexicana. Antes se fabricaban con moldes de yeso y fibra de vidrio. Hoy el proceso se ha diversificado dependiendo de los materiales. El tamaño y el personaje también inciden el precio.