Maiduguri. AFP
El Ejército de Nigeria mató ayer al dirigente de la secta Talibán, Mohamed Yusuf, al término de cinco días de enfrentamientos entre fuerzas del orden e islamistas radicales que dejaron al menos 600 muertos.
Anoche, un corresponsal de la AFP que visitó el cuartel general de la Policía de Maiduguri, vio el cadáver del jefe islamista de 39 años.
“Él suplicó y pidió perdón, pero lo mataron de varios balazos”, declaró un policía de Maiduguri, bastión de los talibanes.
Poco antes del anuncio de su muerte, fuentes policiales y gubernamentales indicaron que Yusuf había sido capturado.
El apresamiento del jefe espiritual se produjo tras “una incursión a la casa donde se escondía”, indicó una fuente militar, que pidió no ser identificada
En la mañana, las fuerzas del orden habían dado muerte al número dos de los talibanes, Abubakar Shekau, junto a 200 partidarios mientras intentaban escapar de Maiduguri, dijo un oficial de Policía que también pidió el anonimato.
Los combates entre las fuerzas de seguridad y los islamistas radicales en Nigeria, que dejaron al menos 600 muertos en cuatro estados del norte (Borno, cuya capital es Maiduguri, Bauchi, Kano y Yobe) cesaron ayer.
Las tropas bombardearon el bastión anteanoche, y dispararon con armas pesadas y livianas la mañana de ayer mientras los insurgentes radicales intentaban huir, dijeron testigos y fuentes policiales. “Hemos tomado su feudo. Se fugaron, pero los estamos persiguiendo”, declaró Ben Ahonotu, jefe de las operaciones militares en Maiduguri.
Un periodista local afirmó haber contabilizado los cadáveres de 90 milicianos islamistas en Maiduguri. Según un policía, más de 3 000 habitantes de la ciudad, esencialmente cristianos, se refugiaron en cuarteles.
La violencia estalló el domingo, cuando los islamistas intentaron atacar una comisaría en Bauchi. Se propagó luego a Borno, Kano y Yobe. Estos enfrentamientos son los más sangrientos desde noviembre de 2008, cuando 700 personas murieron en la ciudad de Jos.