Los peregrinos azuayos avanzan hacia la parroquia lojana de El Cisne para cumplir sus promesas a la Virgen. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO
Ni la emergencia sanitaria por el covid-19 detiene a los romeriantes. En la presente semana la vía Cuenca-Loja soporta una alta afluencia de devotos que avanzan –caminando, en bicicleta o carros- hacia la parroquia lojana de El Cisne, al encuentro con ‘La Churonita’.
En los años anteriores y en estos días, la Sagrada Imagen estaba la Catedral de Loja, donde presidía las fiestas religiosas que finalizaban el 8 de septiembre, con la celebración de la Natividad de la Virgen María. Pero este año se quedó en la Basílica de El Cisne.
Mientras tanto, en la capital lojana se cumplen eventos cívicos y culturales sin la presencia de personas y algunos se transmiten de forma virtual como conversatorios, presentación de libros, concursos de oratoria, pinturas murales y otros que se han adaptado a la nueva normalidad.
Los devotos azuayos no van por las fiestas, sino por cumplir las promesas que han hecho a la Virgen María. La madrugada del sábado 5 de septiembre, desde la parroquia cuencana de Sinincay, salieron José Aucapiña, Cristian Maza y Michael Panamá.
Es el primer año que viajan en bicicleta hacia El Cisne. Los años anteriores lo hacían a pie, “pero ahora preferimos avanzar rápido por la emergencia sanitaria”, explicó Aucapiña. “Vamos a agradecer a Nuestra Madre por la salud de nuestras familias”, dice Maza.
La travesía de 270 kilómetros Cuenca-El Cisne es agotadora. En las cuestas empinadas y que demandan mayor esfuerzo físico, los jóvenes caminan empujando sus bicicletas. “En Nabón (cantón de Azuay) nos tocó neblina y llovizna”, dice Panamá.
Además, tampoco se han aperturado los puestos de alimentos que se improvisaban a largo de la carretera para los romeriantes. Por eso, ellos están obligados a llevar su propia bebida y comida para reponer energías. Hay patrullajes de la Policía Nacional en varios puntos de la carretera.
La noche del sábado, los jóvenes de Sinincay llegaron hasta el cantón lojano de Saraguro, donde pernoctaron cerca del parque central. Este domingo 6 de septiembre continuaron con el segundo tramo de la travesía hasta Loja y tenían previsto llegar este lunes a El Cisne.
Mientras tanto, la Arquidiócesis de Cuenca coordina con la Diócesis de Loja y el Ejército Ecuatoriano la realización de un sobrevuelo con la imagen de la Virgen de El Cisne, para los días 11 y 12 de septiembre del 2020.
Para el arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez Caicedo, con esta visita los azuayos puedan gozar de la cercanía de la Virgen y sentir su protección maternal. “Muchos devotos estarán preocupados y tristes porque este año no pudieron cumplir sus promesas”.
La Arquidiócesis aún no se tiene la agenda definida, pero está previsto que el sobrevuelo de bendición se cumpla sobre Cuenca y sus alrededores, y cantones aledaños de esta provincia.