Antes de irse, el Mashi dijo que, en materia económica, dejaba la mesa servida, pero el nuevo Gobierno casi no encuentra ni la mesa. Lo que sí encontró fueron deudas y un creciente gasto.
¿Qué le pasa a Lenín? Aunque la fórmula anterior no funcionó siguió aplicando la misma receta: costales de deuda, los infaltables impuestos y tasas aduaneras con etiqueta de control al contrabando.