Nueva York, Reuters
La agencia calificadora Fitch subió las calificaciones de la deuda ecuatoriana, tras considerar como una exitosa recompra de los bonos Global 12 y 30 que habían estado en cesación de pagos desde diciembre del año pasado.
En ese entonces, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, suspendió el pago de los Global, argumentando que se trataba de “deuda ilegítima”.
Esa situación provocó que las calificaciones de Ecuador fueran rebajadas hacia niveles de incumplimiento de pagos. Meses después, en junio de este año, esos bonos fueron recomprados por el Gobierno con un descuento, en el marco de un plan para reestructurar la deuda.
Por esta razón, Fitch subió la calificación de la deuda ecuatoriana a largo plazo a “CCC” desde “RD”, siglas en inglés de ‘default’ restringido. Sin embargo, pese a la mejora de la calificación, la firma señaló que las notas aún reflejan una “posibilidad real” de que el país caiga en otra moratoria de su deuda.
La capacidad de Ecuador para honrar sus deudas se ha deteriorado “como fruto de su fuerte dependencia de los ingresos petroleros, limitadas fuentes de financiamiento, una baja liquidez externa y un marco macroeconómico inconsistente”, dijo Erich Arispe, analista de Fitch.
Fitch prevé que Ecuador cierre la brecha fiscal de este año con una combinación de fondos de instituciones multilaterales, ventas de petróleo a Petrochina y con su sistema público de pensiones. “Pero el próximo año podría ser más desafiante en la ausencia de fuentes externas de financiamiento y de contención en el gasto”, puntualizó.
Además, “la débil disposición del Gobierno a honrar su deuda, como quedó demostrado por su ‘default’ preventivo y su operación coercitiva de recompra de deuda, sigue siendo un peso negativo sobre la calificación”, señaló Arispe. El techo país fue confirmado en “B-”.