La Guardia Civil ha detenido a un hombre que figura como sospechoso en el caso de desaparición más mediático de los últimos años en España, el de Diana Quer, de la que no se sabe nada desde agosto de 2016, cuando pasaba un período de vacaciones en un pueblo de Galicia (noroeste).
El detenido, del que fuentes policiales no han facilitado aún el nombre, intentó supuestamente hace unos días secuestrar a una mujer forzándola a entrar en su coche, aunque desistió tras los gritos y la resistencia de ella.
Se trata de un hombre de mediana edad con antecedentes por tráfico de drogas y vecino de Boiro, localidad próxima a Pobra do Caramiñal, donde la noche del 22 de agosto de 2016 desapareció Quer, entonces de dieciocho años.
El ahora detenido por este otro caso estaba en la órbita de los investigadores del de Diana Quer e incluso fue interrogado en varias ocasiones.
En abril del 2017 un juzgado de La Coruña decidió sobreseer el caso de la desaparición de la joven Diana Quer por no tener sospechosos contra los que dirigir actuaciones, aunque la investigación policial ha proseguido
El caso de Diana Quer fue seguido con mucho interés durante meses por los medios españoles, favorecido no sólo por la escasez de indicios, sino también por las circunstancias de su familia, con padres separados que en ocasiones hacían gala de sus diferencias y una hermana menor que también llamó la atención de la prensa.
El juzgado optó por el sobreseimiento (archivo) provisional de la causa y el levantamiento del secreto de sumario, aunque dijo que era “necesaria la continuación de la investigación de la policía judicial”.
De hecho, la Guardia Civil siempre mantuvo que seguían abiertas “varias líneas de investigación policial”, según el documento judicial.
La pista de Diana Quer se perdió a primeras horas de una madrugada de agosto cuando, según varios testigos, volvía a su casa, a las afueras de Pobra do Caramiñal, procedente de las fiestas del pueblo.
Fue su madre la que dio la voz de alarma al día siguiente cuando vio que no había dormido en casa y desde entonces todas las pistas han conducido a un callejón sin salida, a pesar del despliegue de las fuerzas de seguridad, lo que en ocasiones fue criticado por familiares de otros desaparecidos, quejosos por la disparidad de trato.
Incluso Diana Quer fue buscada en el extranjero, después de las sospechas de la madre de que podía estar en Estados Unidos.