El pasado 30 de diciembre de 2016, la aerolínea Tame terminó la relación laboral con 69 personas. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
A noviembre del año pasado, última información disponible, Tame reportó 1 413 empleados, según cifras oficiales de la página web de la empresa pública. De acuerdo a esa misma información, la firma tenía 1 804 trabajadores a marzo del 2015.
Un nuevo ajuste de personal se registró en diciembre del 2016. El 30 de ese mes la aerolínea estatal terminó la relación laboral con 69 personas, que trabajaban bajo la modalidad de contrato ocasional.
Tame indicó que la desvinculación de esos 69 trabajadores se basó en el artículo 58 de la Ley Orgánica de Servicio Público, que señala: “Este tipo de contratos, por su naturaleza, de ninguna manera representará estabilidad laboral en el mismo ni derecho adquirido para la emisión de un nombramiento permanente, pudiendo darse por terminado en cualquier momento…”
Según la firma estatal, la decisión de finiquitar estos contratos es parte de su proceso de reestructuración.
Además, la firma adujo “razones de optimización y redistribución de funciones” de los contratos ocasionales vigentes por un año, que sumaban 178 hasta diciembre del 2016.
El año pasado la exgerenta de la estatal, Paola Carvajal, indicó que la empresa reportó un déficit de USD 58 millones en el 2014 y el 2015. La aerolínea dijo en esa época que busca un socio estratégico y, de hecho, está entre los activos del Estado destinados a la venta.
El actual gerente Patricio Chávez señaló en julio del 2016 que el déficit tenía “factores específicos como la apertura de rutas internacionales, el cambio hacia aviones de última generación y con certificaciones, el cambio al aeropuerto a Tababela, el retiro del subsidio de los combustibles, el cambio diferencial con la venta de pasajes en Venezuela con una afectación de USD 30 millones”. Chávez anunció en ese entonces que la firma pasaba por una reestructuración.
La aerolínea cerró en febrero del 2016 los vuelos a Fort Lauderdale. Eso ante la llegada de la compañía low cost Jet Blue. En abril anunció que dejaba de volar entre Quito y Buenos Aires a partir del segundo semestre del 2016. “Hay que cerrar lamentablemente la ruta porque genera gastos operativos que merman la rentabilidad”, dijo Chávez.
El año pasado la empresa estatal también anunció el cierre de otras rutas como Quito Sao Paulo, Quito-Tena-Macas y Latacunga-Coca. En el tema de las rutas locales, la empresa justificó que buscaba optimizar sus frecuencias tomando en cuenta que en el territorio nacional hay rutas para las que se dispone de carreteras.
Este Diario consultó ayer a Tame sobre el ajuste de personal en los últimos años, pero no tuvo respuesta.