Es el segundo taponamiento del río Coca, pues el miércoles 15 de julio del 2020 se registró uno similar. Foto: cortesía Municipio de El Chaco
El deslizamiento de tierra que se produjo la tarde de este sábado 18 de julio del 2020, en el cauce del río Coca, en la confluencia con los ríos Marker y Montana (Napo), generó un nuevo taponamiento que represó durante casi cinco horas el agua del afluente en esa zona.
El incidente del represamiento se registró a las 14:00 y cerca de las 18:45, el agua desfogó.
El Oleoducto de Crudos Pesados Ecuador suspendió su operación de bombeo por este incidente. En un comunicado la noche de este 18 de julio, OCP Ecuador informó que no se ha retomado la operación del oleoducto por precaución. Mañana, domingo 19 de julio, se revisará cómo evoluciona el avance de río represado.
Según OCP Ecuador, el evento de paralización no afecta la recepción ni la exportación de crudo del país.
Se trata del segundo taponamiento del río Coca, pues el pasado miércoles 15 de julio del 2020 se registró uno similar.
La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) advirtió hace unos días que un taponamiento en el río Coca podría generar un desfogue violento, con abundante sedimento, que podría afectar la casa de máquinas de la Hidroeléctrica Coca Codo y a poblaciones que se encuentran río abajo.
Ricardo Buitrón, ingeniero hidráulico, que está siguiendo el proceso de erosión regresiva que ha afectado a esta zona, explica que este tipo de represamientos podrían desfogar de forma violenta y con mucha fuerza, como sucedió en 1993, en el desastre de La Josefina.
Buitrón acotó que es importante tomar acciones preventivas para evitar problemas en la casa de máquinas de la central hidroeléctrica, poblaciones aledañas y en las vías cercanas donde hay tránsito de vehículos.
El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos informó el viernes 17 de julio que sus técnicos elaboran información cartográfica actualizada y que trabajan en un “plan comunitario de emergencias” con la población de San Luis, ubicada cerca del río, “a fin de que los habitantes se encuentren preparados en caso de que el evento peligroso continúe con su actividad”.
Según la entidad, los Bomberos y el Gobierno Municipal del cantón El Chaco se sumaron a un equipo de geólogos e hidrólogos, quienes realizan los análisis para dimensionar el evento erosivo.
Desde febrero pasado, cuando colapsó la cascada San Rafael, hasta el 16 de julio del 2020, el proceso de erosión regresiva que sufre el río ha avanzado 5,1 kilómetros, tomando como punto de partida la desaparecida cascada San Rafael.