Los descendientes de Italia sazonan sus raíces culinarias
Redacción Guayaquil
El aroma de la albahaca se instaló en uno de los salones de la Sociedad Italiana Garibaldi, en el norte de Guayaquil. Sara Di Paolo, delegada del campeonato mundial del pesto genovés, explicaba con mortero de mármol en mano la forma de preparar la salsa a una veintena de personas. Colocó las hojas de la albahaca, dientes de ajo y empezó a triturarlos.
Los oyentes, jóvenes y adultos, eran los concursantes del campeonato de la salsa al pesto hecho con mortero, con motivo de la semana Ligure en Guayaquil.
Todos eran descendientes de italianos, uno de los requisitos para participar. El seleccionado viajará a Italia para la competencia mundial en marzo de 2010.
Poco a poco, Di Paolo, añadió los otros ingredientes, el queso parmesano, la sal en grano, los pinolis y el aceite de oliva.
Ella junto al organizador del evento, Luigi Passano; Clara Bruno de Piana; y Domenico Vitetta, funcionario de la política migratoria de la región de Liguria ( Italia), eran los jueces.
Hechas las recomendaciones de la preparación se inició la competencia gastronómica con un límite de 15 minutos.
Ana María Hidalgo Ferreti movía incansablemente su mano para moler los ingredientes. “El pesto es de toda la vida, en mi refrigerador siempre hay”, dijo la descendiente de Liguria, donde esa salsa es una tradición.
Emilio Arriaga Dora fue uno de los más jóvenes. Estudia gastronomía y quiso preparar el pesto con mortero y con los ingredientes originarios de Génova, como es la forma tradicional.
Los jueces probaron de cada mortero. Hubo diferencias en el color, la textura y el sabor, parámetros que se calificaron. Al final, tres pasaron a la final del domingo. Son Sandra de Onetto, Alda De Prati y Enriqueta Pereira. La competencia tuvo un altísimo nivel, dijo Di Paolo.