Rosa denuncia la desaparición de su hija, Nicole León, en Quito: ‘La Dinapen me pide a mí que dé las evidencias para saber en dónde está’

Nicole Stefania León Jiménez, de 17 años, desapareció la tarde del viernes 6 de noviembre del 2020. Foto: Cortesía

Nicole Stefania León Jiménez, de 17 años, desapareció la tarde del viernes 6 de noviembre del 2020. Foto: Cortesía

Nicole Stefania León Jiménez, de 17 años, desapareció la tarde del viernes 6 de noviembre del 2020. Foto: Cortesía

Nicole León, de 17 años, sueña con estudiar Derecho en la ‘Facultad’. Rosa Jiménez, su madre, la veía estudiar todas las tardes para obtener un cupo universitario, aunque en casa no había una computadora por la falta de recursos económicos. Pero Nicole ya no está. Han pasado siete días desde que desapareció pasadas las 13:30 del viernes 6 de noviembre de 2020, en Pisulí, un barrio ubicado en el norte de Quito.

Su familia intenta encontrarla cada día que pasa y reclama celeridad a la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) para que agilite su búsqueda.

El hogar de Rosa es humilde y el amor prima aún más en el doloroso proceso de búsqueda de Nicole. La madre atiende esta entrevista mientras intenta que sus otros cuatro niños reciban clases telemáticas con un celular que apenas funciona. Su economía, dice, está quebrada, pero reúne cada centavo para poder recargar saldo y, así, poder llamar a la agente de la Dinapen que está a cargo del caso de su hija. Pero no hay respuestas.

“La Policía no ha hecho nada. Yo llamo para saber si es que hay algún avance. La agente me dice yo misma, como madre, tengo que proporcionarle las evidencias de dónde podría estar mi hija”, relata, indignada.

Rosa desentraña su memoria y recuerda que ese viernes 6 de noviembre, cuando Nicole desapareció, parecía una jornada normal. Su hija ayudaba a realizar las carátulas de sus hermanos y, debido al trajín de las clases ‘online’ de sus cuatro niños, la familia había olvidado almorzar.

Eran las 13:20 cuando Rosa le pidió a Nicole que vaya a la tienda a comprar huevos para cocinar. “Ella no quería ir porque estaba haciendo las carátulas y me pidió que vaya. Pero yo estoy mal de los tobillos y se me dificulta caminar. Entonces, mi hija se fue con su hermana pequeña. Le pedí que saque unas copias para las tareas de mis otros niños”, cuenta.

Nicole y su hermana pequeña llegaron después de cinco minutos. A través de la ventana de la cocina, Rosa las vio llegar. “La vi ingresar por la puerta y vi que le dio los huevos a su hermana. Nicole giró para cerrar la puerta y dio dos pasos. No me preocupé porque pensé que estaba entrando”, relata la madre.

La familia de Nicole está desesperada y pide colaboración de la ciudadanía para poder encontrarla. Foto: Cortesía

Pasaron cerca de cinco minutos y Nicole desapareció. Rosa pensó que se había ido al ciber, porque, a veces, suele descargar películas para verlas en familia. “Mi hija menor me dijo que ella ya no estaba. Y ahí comencé a preocuparme. Pensé que, de pronto, se fue a comprar un chocolate. Pero no venía y Nicole es una adolescente que jamás se ha escapado de mi casa, nunca se ha ido”, recuerda Rosa.

Ese día, Nicole, que mide 1,67 metros, tiene ojos color café y el cabello largo castaño, salió de casa con un calentador negro con rayas blancas y con un buzo plomo cerrado. Además, estaba con una mascarilla negra que tenía detalles de flores rosadas. En su cabello, que estaba suelto, tenía un moño negro y los zapatos que llevaba eran deportivos negros, con plataformas blancas.

Pese al dolor en sus articulaciones, Rosa salió a las calles de su vivienda, ubicadas entre las calles Alcabalas y Jorge Tinoco, para buscarla. Ella, cuenta, recorrió la avenida principal y la manzana que rodea a su hogar, pero no la encontró. La llamó a su celular, pero ya estaba apagado.

A las 14:00, Rosa caminó hacia la Unidad de Policía Comunitaria de La Roldós, en el norte de Quito. Después de dos horas, a las 16:00, dice, la atendieron y los agentes le explicaron que debía denunciar la desaparición en Fiscalía. “Llegué y, después de poner la denuncia, me asignaron a una agente. Salimos a buscarle en el barrio, pero nada”, señala.

Rosa recordó que Nicole tenía un amigo, mayor de edad, con el que solía hablar frecuentemente. Entonces, llamó a sus padres y preguntó por él. “Primero le dijo su papá que estaba en el Oriente, aunque luego afirmó que estaba rumbo hacia allá. No dijo nada sobre mi hija”, recuerda.

Desde esa tarde, la familia de Nicole no tiene un solo rastro de ella y Rosa está indignada. “Yo no soy detective. La agente me dice que yo tengo que darle pistas, que si no el caso no avanza. Pero, por algo puse la denuncia, para que me ayuden. Si yo supiera en dónde está no lo haría. Sé que no soy la única madre en esta situación. Es mi hija quien está desaparecida, no una cosa, no un carro”, reclama.

Rosa no dejará de buscar a Nicole y hoy teme por su seguridad. “Mi miedo es que mi hija esté hecho pedazos por ahí”, dice, mientras contiene el llanto. En su casa hace falta la adolescente decidida y estudiosa que no se limitaba.

La familia no tiene recursos económicos, apenas puede sostenerse para comprar los alimentos de sus niños, que no cuentan con dispositivos tecnológicos para poder ayudar. “Siento un nudo, me siento impotente. Esto es un caos. Mi hija está desaparecida y estoy luchando por ella y por  mis niños que necesitan estudiar. Tengo el corazón quebrado. No sé qué hacer…”, cuenta Rosa.

La búsqueda de las personas desaparecidas es prioritaria y aún más en tiempos de pandemia. Rosa pide que la colaboración de la Dinapen sea efectiva y, además, solicita a los lectores de esta historia que ayuden a compartir el caso.

La Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas (Asfadec) realiza plantones cada miércoles frente al Palacio de Gobierno para exigir que encuentren a los suyos. Sus miembros, padres, madres, hijos, hermanos, amigos -encausados por el amor- gritan: "Solos los perdemos, unidos los encontraremos”. El rostro de Nicole se suma hoy a esa búsqueda.

Es momento de ser solidarios. Si usted tiene información sobre el paradero de Nicole León o cree haberla visto y reconoce su fotografía, puede comunicarse al 1800 DELITO (33 54 86) o al 911. Si desea ayudar a la familia, que pasa por momentos económicos difíciles, puede comunicarse al 099 868 6072.

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