Redacción Deportes
La tensión, los problemas laborales y hasta los familiares deben dejarse a un lado cuando un deportista o aficionado va a participar en una determinada competencia.
¿La razón? El atleta, el nadador, o el basquetbolista, el ajedrecista… necesita estar concentrado para la competencia del día posterior. Por ello, es indispensable que el participante se olvide de los problemas y duerma lo más relajado posible.
Los beneficios de dormir son múltiples, pues contribuye a desarrollar de mejor manera los diferentes oficios, tanto en lo laboral como en lo deportivo.
Sin embargo, el éxito al dormir no consiste en permanecer en la cama por más de las ocho horas recomendadas. El objetivo es hacer descansar al cuerpo y a la mente al máximo, aunque sea en un tiempo menor.
Si usted pasa horas dando vueltas en la cama y no descansa, el tiempo le pasará factura. Un ejemplo de ello es el reconocido estrés, la desconcentración, el cansancio en media jornada y la debilitación física y mental.
En el caso de los deportistas, no conciliar el sueño de manera correcta se evidencia de manera más brusca. Los amantes del deporte pierden energía, indispensable para su correcto desempeño en los diferentes torneos.
El dormir bien también contribuye a controlar la hipertensión. Cuando no se descansa lo suficiente esta en riesgo el aumento de la tensión arterial y de otras enfermedades cardiovasculares, a causa del incremento de producción de cortisol, hormona que causa el desgastador estrés.
El descanso también es fundamental para mejorar la actividad intelectual. El cerebro necesita estas horas de desconexión para procesar toda la información que acumuló durante todo el día. Para estudiar, por ejemplo, lo mejor es dormir bien. El error habitual es pasar la noche en vela memorizando datos.
El dormir bien también ayuda a nuestra emotividad, de manera que liberamos emociones inconscientes. Así lo señaló el deportólogo Óscar Concha.