Alfonso Morales practicó canopy en el puente del sector Río Blanco, en Baños. Foto: Cortesía Consejo Provincial de Tungurahua y Time Adventure
Los deportes de aventura se practican en Baños de Agua Santa, solo con la cobertura de seguros contra accidentes para los turistas. Están incluidas las personas con discapacidad visual, motriz y auditiva.
Un informe difundido por el Municipio local indica que 62 locales entre operadoras y agencias de turismo cuentan con estas pólizas de seguros.
La contratación comenzó en el 2014, luego de que entró en vigor la Ordenanza y el Reglamento para la práctica de deportes de aventura.
La semana pasada, la adrenalina se apoderó de Diego Villacreses. Aunque no pudo mirar el colorido paisaje mientras descendía por una cuerda de acero, de 350 m de largo y a 60 m de altura, sintió que volaba y a la vez disfrutó de las ráfagas del viento sobre su rostro.
“La seguridad del equipo y del personal es importante a la hora de lanzarse al vacío”, comentó Villacreses, un turista de 42 años, quien perdió la visión a los 14 años, tras caer de la segunda planta de su casa.
Él fue asegurado por la operadora Mega Park Aventure en el sector de Río Blanco, donde practicó el canopy.
Esta empresa turística mantiene desde hace cuatro años una póliza, en caso de accidentes, para todos los visitantes que realizan el canopy triple y el puente tibetano (cruce), por un paso colgante. 30 de las 200 personas que practican deportes a la semana en el sitio tienen alguna discapacidad.
Christopher Fiallos, representante de esa operadora, explica que los guías y técnicos se capacitaron para prestar el servicio a personas con discapacidad. A la par, todos los turistas en el momento de comprar un boleto, dice, están asegurados. “Eso no significa que descuidemos la inspección de los equipos como mosquetones, cuerdas, arneses, cascos… El control es diario”.
Time Adventure se especializa en rafting, canyoning, canopy, parapente, circuitos de aventura, visita a las cascadas. Hace dos años reciben a personas en sillas de ruedas o con otras discapacidades para la práctica del rafting: descenso en botes a través de los ríos.
El gerente, Cristian Varela, explica que los equipos cumplen con normas europeas y son homologados en el país.
Estos negocios son regulados por un comité institucional, que está integrado por un representante del Municipio, de los operadores, Policía y bomberos. Ellos realizan visitas mensuales a los establecimientos para examinar el estado de los equipos y revisar las acreditaciones de los guías para la práctica de este turismo.
Verónica Silva, directora de Turismo del Cabildo, indicó que en las inspecciones que se han efectuado en este año no encontraron deficiencias.
En los recorridos de control, que son mensuales, también se revisan las instalaciones de los sitios que ofrecen canopy, tarabitas, rafting, puenting y canyoning.
Las compañías Sweaden Seguros, de Ambato, y Seguros Alianza, de Quito, proveen dos tipos de pólizas de daños a terceros. La primera es la de responsabilidad civil para los turistas y guías, y la segunda de accidentes personales para personas que practiquen deportes extremos.
Dolores Salcedo, gerenta de Sweaden Sucursal Ambato, detalla que las operadoras de turismo adquieren un seguro antes de obtener la licencia de funcionamiento, como lo exigen el Municipio de Baños y el Ministerio de Turismo.
Por ejemplo, una póliza de accidentes personales cubre hasta con USD 2 000 a la persona afectada. El segundo producto es la póliza de responsabilidad civil, por un monto global de USD 20 000 en la práctica de rafting, canopy, escalada, cicloturismo, parapente y caminatas.
“Esta cubre a los turistas, guías, daños materiales y corporales hasta USD 5 000, es decir, si dos personas sufren un accidente, el monto se divide para los dos. Los USD 20 000 es el monto que dura el año de vigencia del seguro”.
Según la Red de Turismo Accesible del Ecuador (Redtaec), los empleados de siete de las 62 operadoras que laboran en Baños fueron capacitados y autorizados por esta organización para prestar servicios a personas en sillas de ruedas, parapléjicos, no videntes y con otras discapacidades.
El Gobierno Provincial de Tungurahua, con apoyo del Conadis, tras varios recorridos incluyó a otros 51 sitios en la provincia donde se puede hacer turismo incluyente. Restaurantes, hoteles, granjas agroturísticas, bares y cafeterías están en la lista.
Alfonso Morales, presidente Ejecutivo de Redtaec, dice que poco a poco el turismo inclusivo se extiende en Tungurahua y en otras provincias como Azuay, Imbabura y Pichincha.
En esas provincias, las instalaciones se están adaptando para que personas con discapacidad desarrollen diversas actividades turísticas.