Los deportes de aventura constituyen una de las opciones para los turistas en Semana Santa. Foto: EL COMERCIO
A pesar que ya no se podrá mirar al volcán Tungurahua emitiendo vapor con ceniza e incandescencia en la noche, la ciudad de Baños de Agua Santa ofrece una diversidad de opciones para disfrutar de la naturaleza en esta feria por Semana Santa. Se puede recorrer en bicicleta Baños- Río Verde – Río Negro o continuar a Shell, en Pastaza.
Este tramo de 20 kilómetros ofrece a los visitantes una diversidad de parajes y paisajes ubicados a lo largo del subtrópico. Se puede conocer las cascadas y sitios para practicar deportes extremos como rafting, cañoning, canopy, escalada deportiva, cruzar en tarabita, puenting o disfrutar de la abundante biodiversidad. O simplemente desplazarse en una cuerda entre 700 y 900 metros de largo y a más de 150 metros de altura.
En el centro de Baños hay 30 operadoras de turismo que ofrecen sus servicios en estas rutas.
La primera parada es en la cascada de Agoyán. En el lugar se cruza en tarabita los 550 metros de largo hacia el otro margen del río Pastaza y practicar pesca deportiva. Este servicio presta Tania Barriga en el sector Agoyán.
Cuenta que a más del volcán Tungurahua, Baños se caracteriza como un cantón que ofrece los deportes extremos y de disfrutar de las cascadas. Con su agencia se puede hacer canopy y pasar en tarabita. “El turismo está llegando y que mejor en Semana Santa”.
Una de las visitantes que se deslizó sobre la cuerda fue Deysi Jiménez. Llegó de Guayaquil el domingo con la idea de ver al volcán Tungurahua, pero terminó deslizándose sobre la cuerda de acero. “Es adrenalina pura, al inicio me dio miedo, pero después fue una diversión”.
La agencia Explorer Jungle oferta el cañoning, puenting y rafting. Está ubicada en el sector de Río Blanco. Cristian Andrade, guía turístico, cuenta que además de la aventura extrema se ofrecen paseos para mirar al coloso en actividad y la visita a diversos sitios como las cascadas como el Pailón del Diablo, Inés María y otras.
Deportes extremos
En el puente sobre el Río Blanco a 7 kilómetros de Baños se practica el puenting o péndulo. Ese deporte extremo consiste en saltar al vacío sujetado por cuerdas que amortiguan la caída. Hay dos tipos de salto: a 40 metros de altura y a 30 metros; cuesta entre USD 20 y 25 por persona, respectivamente.
A una altura de 300 metros se puede cruzar en tarabita a las cascadas Agoyán y el Manto de la Novia donde se mira la gran caída de agua de al menos 100 metros. El costo es de USD 1,50 adultos y USD 1 los niños.
En Baños está el canopy, que consiste en que una persona sujeta con un arnés desciende a través de poleas por una cuerda de acero entre 700 y 900. La idea y vuelta cuesta USD 15 y solo de ida y de retorno en la tarabita USD 10. Está a cargo de Operadora Agoyán.
En el sector de San Antonio de Puntzán en la vía a Runtún. En este sitio hay seis líneas que suman 2 000 metros de cable. Cruzar estos seis circuitos cuesta USD 30.
Otro atractivo es el columpio donde una persona con las seguridades y arnés se balancea sobre un precipicio de 15 metros. El costo de esta práctica es de USD 3 por persona.
El cañoning consiste en el descenso con cuerdas por las cascadas y soportar la caída del líquido. La práctica se realiza en tres circuitos localizados en los sectores de Chamana, Río Blanco y Cashahurco. Tiene 40 metros de altura y caída en una laguna. El costo varía de USD 30 y 60 de acuerdo con la ruta y la dificultad.
El rafting sobre los altos y bajos del río Pastaza es otra de las aventuras. En un bote inflado los participantes van equipados con chalecos salvavidas, cascos y remos. Antes de iniciar, el aventurero recibe una charla de lo que debe hacer durante el recorrido.