La práctica del puenting es una de las actividades más demandadas en Baños. Foto: Glenda Giacometti/EL COMERCIO
Los turistas tienen varias opciones en Tungurahua y Pastaza para disfrutar del feriado de Semana Santa. Procesiones religiosas, caminatas de aventura y la práctica de deportes extremos son los atractivos para los tres días.
En Tungurahua, Baños de Agua Santa, principal balneario de la Sierra centro, acogerá a más de 35 000 turistas. Allí 50 operadoras ofrecen sus servicios para la práctica de deportes como cañoning, puenting, escalada deportiva, rafting, tours en bicicleta y caminatas a las cascadas.
Óscar Mecías, administrador de la agencia Geotours, explica que hay reservaciones para la práctica de los deportes al aire libre que son supervisados por expertos y guías especializados. El rafting se realiza en el río Pastaza, el cañoning en río Blanco.
También se puede participar hoy en el rezo del vía crucis en la Basílica de Nuestra Señora de Agua Santa.
Paulina Gamboa, directora de Turismo, indica que Baños también tiene sus rutas de los spa, de la gastronomía, del arte religioso y de las aguas termales y de las cascadas.
La ciudad cuenta con más de 500 locales entre hospedaje, restaurantes, fuentes de soda y cafeterías. “Tenemos alrededor de 8 000 plazas para el alojamiento en los 200 hoteles, hosterías y residenciales. Al momento, el 90% está cubierto”.
Uno de los turistas que llegó de Portoviejo, Nicolay Almeida, dice que se quedará hasta el domingo en Baños. Tiene planificado hacer caminatas a las cascadas y asistir a los actos religiosos.
En Pastaza, según las autoridades de Turismo, esperan que más de 15 000 personas lleguen a los cantones Puyo, Mera, Santa Clara y Arajuno.
En la Sierra norte, las actividades religiosas, culturales, artísticas y de aventura serán los atractivos que ofrece Imbabura en estos tres días.
Hasta ayer, un 70% de las 8 600 plazas de alojamiento de la provincia estaba reservado. Así lo asegura Carlos Ruiz, presidente de la Asociación de Hoteleros. Las tarifas de hospedaje van desde USD 8 en hostales y pensiones hasta 150 en hoteles.
Las procesiones nocturnas de Viernes Santo son uno los imanes de temporada. Se resalta la de Ibarra y Urcuquí.
Las celebraciones étnicas se concentran en las parroquias de Salinas, en Ibarra, cuya población afrodescendiente participará en coloridas peregrinaciones y cantos populares, como arrullos. En Cotacachi, hay numerosa participación indígena en la procesión de este día.
Pero no son los únicos ganchos. Otras alternativas son el paseo por el Tren de la Libertad, cuya ruta sale de Otavalo hasta Salinas. Durante la travesía se cruza por túneles, puentes y cascadas. El pasaje cuesta USD 50,40.
Un paso obligado es la ciudad de Atuntaqui, reconocido como uno de los mayores exponentes en el área textil a escala nacional. También se puede conocer la rehabilitada Fábrica Textil Imbabura, a través de recorridos.
Otro destino para el turismo de compras es Cotacachi. Ahí puede adquirir una variedad de productos elaborados artesanalmente con cuero.
Ricardo Andrade, director de Turismo y Desarrollo Económico del Municipio de Otavalo, manifiesta que para los amantes de los deportes extremos, la parroquia La Esperanza, al sur de la capital imbabureña, es uno de los sitios ideales. Aquí es posible realizar el canyoning o descenso de barrancos en las Tres Cascadas. Además, el rafting, kayaking y river boarding, deportes de descenso de ríos, en los afluentes Mataquí, en Pimampiro; Chota y Mira, en Ibarra.
La Asociación Hotelera de Imbabura identificó en una encuesta efectuada en febrero último que la mayoría de visitantes procede de Quito, Ambato, Cuenca, Loja, Esmeraldas y Loja y de Pasto (Colombia).
Los balnearios están en la ruta. Uno de los más conocidos es Santa Agua de Chachimbiro, ubicado en Urcuquí, por sus bondades medicinales. La entrada cuesta entre USD 5 y 10.