Demanda de paracetamol e insumos crece en emergencia sanitaria

Las personas de la Mena, en Quito, buscaron mascarillas en las farmacias. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Las personas de la Mena, en Quito, buscaron mascarillas en las farmacias. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Los guayaquileños se abarrotaron ayer en una distribuidora del centro de la urbe. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Medicamentos con paracetamol, guantes, mascarillas y alcohol son cada vez más escasos en las farmacias y distribuidoras de insumos médicos de Guayaquil, Quito, Cuenca, Ambato y Santo Domingo. En la urbe porteña incluso hay medicinas que se ofertan en las calles.

La mayoría de distribuidoras farmacéuticas de Guayaquil, ubicadas en el centro, amanecieron ayer con avisos en sus puertas en los que indicaron la falta de estos artículos y medicamentos, en medio de la emergencia sanitaria que enfrenta el país.

Para los usuarios, la escasez de estos productos no es una novedad. Desde hace tres días, las quejas por la falta de estos insumos se cuentan por decenas en las redes sociales. Y así lo confirman los trabajadores de las farmacias.

Pero en veredas y calles, los vendedores ambulantes ofertan libremente estos insumos. El comercio informal está abastecido de medicamentos. En el centro de Guayaquil es fácil observar a jóvenes ofrecer jarabes y pastillas.

Los precios de esos productos, según los compradores, son altos. Usuarios reportan que una mascarilla de USD 0,35 ahora se oferta en USD 1. Una botella pequeña de alcohol o gel antiséptico se vende hasta en USD 5, pese a que el precio oficial no supera los 3.

En Quito se registran extensas filas en los accesos a algunas farmacias, debido a que cada persona mantiene un metro de distancia.

En una farmacia localizada en Chillogallo (sur), ayer solo quedaban pocos envases de gel antiséptico. Quienes atendían en ese local indicaron que hasta finales de este mes esperaban tener más unidades.

Varios clientes ingresaron a las boticas sin mascarillas o guantes de látex, por lo que los empleados no los atendieron y les pidieron que salieran. En otros sitios, en cambio, les dejaban ingresar pese a que no llevaban protección.

En San Carlos (norte), hubo personas que buscaban alcohol y mascarillas sin conseguirlos. Solo hubo en una distribuidora al por mayor de productos farmacéuticos, ubicada en las avenidas Machala y Carlos V. Cada botella pequeña de alcohol se vendía a USD 1,80 y la gente hizo fila para comprar.

“No disponemos de paracetamol, ni gel ni alcohol”, aseguró una de las empleadas de una de las 12 farmacias ubicadas en el centro de Ambato. Eso preocupó a Johnny Acosta, vecino del sector La Vicentina.

El ambateño, de 49 años, arribó a una de las boticas de esta zona para adquirir paracetamol en pastillas o jarabe, pero le dijeron que no había. “Dicen que con el paracetamol se puede tratar el coronavirus, por eso vengo a comprar, pero está escaso y no hay en ninguna presentación”.

En Santo Domingo de los Tsáchilas también hay escasez de paracetamol en varias farmacias. En la avenida Lorena, un local de este tipo solo contaba con una caja de estas pastillas, que llegó la mañana del miércoles. En otra farmacia cercana informaron que disponían de estos medicamentos hasta el lunes pasado.

Además, en Santo Domingo quedan pocas unidades de vitaminas y suplementos.

Las personas de la Mena, en Quito, buscaron mascarillas en las farmacias. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En la Sierra Norte ocurre algo similar. De acuerdo con un representante de una cadena de farmacias, en el momento hay escasez de mascarillas, guantes y alcohol. Mientras que, asegura, que en el resto de medicamentos e insumos el abastecimiento es normal.

En Ibarra, estos establecimientos atienden al público desde las 08:00 hasta las 14:00. Pero las farmacias que están situadas junto a las casas de salud, como el Hospital San Vicente de Paúl, laboran por 12 horas ininterrumpidas tal y como lo establece la Ley Orgánica de Salud. Así lo explica María Dolores Machado, coordinadora de Arcsa Zona 1.

En Cuenca, los antibióticos, antigripales, antiinflamatorios y antitusígenos se venden solo con receta médica.

Eso ocurre, por ejemplo, con la cadena Farmasol del Municipio de Cuenca, que tiene 32 locales. La demanda de medicinas como paracetamol y vitamina C es alta, al igual que de alcohol, jabón líquido y gel antibacterial.

Según Cecilia Valdivieso, gerenta de Farmasol, el nerviosismo impulsa a que varios compradores adquieran los productos, no porque los necesitan sino para guardarlos.

Por eso, casi a diario las sucursales de Farmasol se quedan sin estas medicinas y productos. “Hacemos pedidos a diario a nuestros proveedores y todo lo que llega se vende el mismo día”, contó Valdivieso.

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