Redacción Loja
Con una cama de una plaza, una esponja, un cilindro de gas, una cocina, una mesa… llegó a Loja, el viernes pasado, Priscilla Torres. Se instaló en una habitación de la calle Venezuela y Marañón. Por ahora esa será su residencia, mientras empieza sus estudios para ser psicóloga.
Su habitación es un cuarto con paredes de hormigón y piso de baldosa de unos 20 metros cuadrados. No está en el centro de Loja como sus padres quisieron, está en el occidente.
Los costos en la ciudad
Según la Cámara de la Construcción de Loja, la alta demanda de arriendos tiene relación con el déficit de vivienda que hay en la ciudad. La demanda actual es de 18 000 casas.
En el área céntrica de la capital lojana, es difícil conseguir habitaciones de alquiler. Por eso, hay residencias de estudiantes en barrios como San Pedro, Sauces Norte, La Banda, Daniel Álvarez, Clodoveo, El Valle, Pradera, La Tebaida y La Argelia.
En el centro de la ciudad, el alquiler de un cuarto cuesta, en promedio, USD 50 y un departamento 200. Fuera del centro se puede conseguir un cuarto por USD 40 y departamentos, en 140. Los alumnos se reúnen entre tres o cuatro para compartir.
“En el centro solo hay departamentos desde USD 200. Como soy sola busqué una habitación”, dice Torres, quien cumplirá 18 años en diciembre. Por el alquiler del cuarto, donde viven otras cuatro estudiantes, pagará USD 50.
Ella llegó desde la comunidad Sabanilla, a 40 minutos del cantón lojano Pindal. Se graduó de bachiller en el Colegio Pindal y ayudaba a sus padres en su finca, donde se cultiva maíz y se crían animales. Extraña su vivienda, pero su interés es estudiar.
Su historia es común al inicio de clases en la capital lojana. La Universidad Nacional de Loja (UNL) tiene 13 900 alumnos, de los cuales 10 400 llegan de los 16 cantones lojanos, Zamora Chinchipe, El Oro y del norte del Perú.
Para el presidente de la FEUE de Loja, César Benavides, la demanda de arriendos sube y los precios aumentan. Ante ese problema, en la UNL se discute la creación de un campus, donde haya alojamiento para una parte de la población estudiantil. Pero, esa posibilidad aún es remota.
En la Universidad Técnica Particular (UTPL) hay 3 500 alumnos en la modalidad presencial y con ellos se amplía esa demanda de arriendos.
Para esta universidad es un serio problema que afrontan sus alumnos. Por eso, la Dirección de Misiones de la UTPL busca casas con arriendos económicos, para un buen número de alumnos.
El Municipio de Loja no cuenta hasta la actualidad con ninguna legislación que le permita regular el costo de los arriendos.
La dirigencia estudiantil de la UNL mantiene conversaciones con un ex dirigente, Darío Loja, actual concejal de la ciudad. A través de él quieren que el Municipio cree y aplique una ordenanza que controle los arriendos.
Según el presidente de la Comisión de Defensa del Consumidor de ese Cabildo, Edmundo Samaniego, ese tema sí está incluido en la agenda de la Comisión. Actualmente, se analiza los alcances de ordenanza propuestas hace tres años, que no han sido discutidos.
La ex concejala, María Rosa Romero, presentó una propuesta en 2005 que buscaba crear una oficina de registro de arrendamientos, para inscribir los inmuebles destinados a renta. Sobre esa base, el Municipio podrá regular el canon de arrendamiento.
Mientras tanto, los alumnos como Cléber Curipoma siguen buscando cuartos para alojarse. Para Curipoma, lo difícil es encontrar en sectores céntricos. “No hay disponibles o piden muy caro”.
La vivienda de tres plantas de la calle Sucre, entre 10 de Agosto y Eguiguren, es una de las más visitadas en busca de arriendo. Tiene 11 cuartos que se alquilan a USD 50. Por ahora cinco de esas habitaciones están ocupadas y el resto está en reparación.
“Todos los días llegan entre 10 y 20 chicos, quienes solicitan información”, dice la vecina Mercedes Gómez, cuidadora.
Allí, los jóvenes pagan por adelantado y comparten el baño. Hay uno por cada piso, tienen luz y agua disponible. Por seguridad, los inquilinos están obligados a ingresar hasta las 22:30.