Delicioso pescado a la parrilla
En relación con otros alimentos de origen animal, la carne de pescado se caracteriza por ser mucho más saludable, con un alto contenido de proteínas, minerales y aminoácidos esenciales. “La gran ventaja que ofrece la carne de pescado sobre las demás es que su grasa es poliinsaturada, lo que contribuye a no elevar los niveles de colesterol”, explica la web Guía Médica Familiar.
Tenga en cuenta
Un pescado entero se conserva fresco mucho más tiempo que uno que ha sido trozado o fileteado.
Para una mejor cocción, es recomendable utilizar una parrilla especializada para pescado o para vegetales, pues tiene una malla más pequeña.Sin embargo, la carne de pescado es una de las más delicadas; su vida útil es muy corta (dura apenas unos pocos días en refrigeración), lo que obliga a tener especial cuidado al momento de seleccionarla. Caso contrario, se puede sufrir una intoxicación por consumirla en mal estado.
La prueba más importante de la frescura del pescado la brinda su aroma, que debe ser agradable y ligeramente yodado. Su cuerpo también debe estar en
excelentes condiciones: sus branquias deben ser rojas, sus escamas deben estar enteras y brillantes y sus ojos no deben verse turbios. Si se opta por un pescado fileteado, este debe tener su carne firme. Un truco consiste en presionarla para comprobar que la piel ofrezca resistencia, sin que se hunda o quede huella de la presión.
La piel del pescado no resulta ningún impedimento para la cocción, por lo que retirarla no es necesario. Es más, si no se realiza ningún corte en la piel el pescado conservará todos sus jugos. Lo único necesario será ponerlo a asar con la piel hacia abajo y darle vuelta a la mitad de la cocción, preocupándose de que el fuego no sea muy fuerte o de lo contrario se quemará por fuera y quedará crudo por dentro. Cuando la carne se torne opaca y pueda introducirse un tenedor en ella con toda facilidad, significará que está listo. En total, tardará en asarse unos 10 minutos por cada 2,5 cm.
Además del pescado, existen otros alimentos marinos que resultan muy saludables y nutritivos. Entre ellos encontramos a los mariscos (crustáceos y moluscos) que son ricos en proteínas. De manera individual, “los crustáceos se destacan por su escasa cantidad de grasas mientras que los moluscos tienen un 5% de hidratos de carbono y una gran cantidad de colesterol”, como explica la web Guía Médica Familiar.
Pero si la carne de pescado es de corta duración, la de los mariscos lo es aún menos. Por esta razón, se recomienda comprarlos vivos y fijarse que no tengan un olor a amoníaco, pues esto significaría que están en mal estado. Al prepararlos, es necesario sazonarlos en el momento justo de la cocción y dejarlos solo unos minutos, para que conserven así su frescura. Un consejo esencial consiste en no desechar las cabezas y cáscaras para hacer caldos con ellos.