Nueva York. AFP
El argentino Juan Martín del Potro consiguió el triunfo más importante de su carrera al derrotar 3-6, 7-6 (7/5), 4-6, 7-6 (7/4), 6-2 al suizo Roger Federer en la final del Abierto de Tenis de Estados Unidos, jugada este lunes en las canchas de Flushing Meadows, Nueva York.
Del Potro, sexto sembrado del torneo, ganó así su primera corona de un Gran Slam, y dejó al primer favorito Federer con las ganas de conquistar su sexto título consecutivo de US Open.
El joven de 20 años, natural de Tandil, se convirtió en el primer sudamericano en subir al trono del US Open desde que su compatriota Guillermo Vilas se coronara en 1977. “No tengo palabras para explicar ahora lo que siento”, dijo Del Potro apenas conteniendo las lágrimas de emoción.
Del Potro cortó la racha de 41 partidos ganados consecutivamente que llevaba Federer en Flushing Meadows y ganó por su hazaña un cheque de USD 1,85 millones.
“Quisiera congratular a Juan Martín por su increíble torneo. Yo tuve uno bueno, pero el de él fue mejor”, felicitó el campeón derrotado Federer al nuevo monarca, que le sucede en el trono neoyorquino luego de un largo reinado que comenzó en 2004.
Federer cayó con las botas puestas, pues en ninguno de sus cinco títulos conseguidos en Flushing Meadows había ido a cinco sets.
Del Potro ya le había dado una alerta a Federer hace unos meses, cuando le obligó a jugar cinco sets para llevarse el triunfo en las semifinales del Roland Garros.
La ‘Torre de Tandil’, por su 1,98 m de estatura, llegó con buena experiencia de lo que había que hacer para vencer al campeón, y la derrochó toda sobre el cemento de Flushing Meadows, bajo el apoyo constante de cientos de seguidores argentinos y sudamericanos que colmaron las gradas del estadio Arthur Ashe.
En las estadísticas, la derrota de Federer queda explicada por sus inusuales 11 dobles faltas, pese a sus 13 aces, y los 62 errores no forzados. Del Potro estuvo mejor: sus saques de hasta 222,8 km/h le impidieron a Federer hacer su juego de devoluciones cortantes. Al terminar el partido, Del Potro cayó de espaldas en la cancha, extendiendo sus brazos al cielo, lanzando un grito de triunfo.