Lucía S. de Ríos
La celebración del Bicentenario fue, para los quiteños que amamos nuestras raíces, una profunda renovación y la responsabilidad de hacer un país libre y progresista.
Con estos deseos inspirados en la magnífica exposición realizada en el Antiguo Hospital Militar uno se sentía entusiasmado, pero de pronto ‘el baldazo de agua fría’ nos vino del mensaje del Presidente: la creación de una ‘Gestapo criolla’.
Esto es propio de todos los gobiernos absolutistas y en el fondo denota gran inseguridad. Pasó en la revolución francesa, de pronto todos recelaban de todos y se creó la era del terror. Nunca hemos vivido una experiencia así y no vamos a darle gusto, Sr. Presidente.
La política no es sana; tenemos otros intereses que nos preocupan, como el medioambiente, y para esto necesitamos unirnos, llevarnos bien dejando a un lado modelos que van a afectar gravemente al país.