El Defensor del Pueblo apoya las quejas de los inmigrantes
Uno de los primeros lugares a los que fue Rosario Zanabria, presidenta de la Asociación Ari Perú, cuando cerró la aerolínea Air Comet, fue a la Defensoría del Pueblo. Formó una comisión ad-hoc con otras asociaciones para apoyar a los afectados y hacer un seguimiento. Cuando el 26 de enero acudieron a la institución, les comunicaron su interés en el tema a la vez les informaron que la Defensoría de Oficio ya había instado a la Administración a presentar un informe en detalle de su intervención frente a la quiebra de la empresa. “El Defensor del Pueblo nos ha orientado para que tengamos mayor eficacia en nuestra intervención como comisión, nos ha atendido con celeridad y sensibilidad, además ha demostrado su voluntad de intervenir dentro de sus competencias. Es muy recomendable acudir a esta instancia”, asegura ella.
El Defensor del Pueblo es elegido por el Congreso de los Diputados y el Senado. Tiene potestad para supervisar las actividades de la Administración, no recibe instrucciones de ninguna autoridad, debe cumplir sus funciones con autonomía y goza de inviolabilidad e inmunidad.
Acudir al Defensor del Pueblo es relativamente sencillo, basta con enviar una carta firmada o ir personalmente a la sede de la institución. En muchos casos el mismo Defensor advierte acciones incorrectas en la administración y tramita expedientes de oficio sin necesidad de que alguien presente una queja. En el caso de que la situación planteada no sea competencia del Defensor se orienta a la persona sobre cómo actuar. La presentación de la queja no garantiza su admisión a trámite.
Si se analizan los datos de 2008, la mayoría de quejas planteadas por el Defensor tienen que ver con la administración económica, otras están relacionadas con la administración de justicia en violencia doméstica o extranjería e inmigración. En este sentido el mayor número de reclamaciones están asociadas a las autorizaciones y visados de residencia, aunque también cobran importancia la reagrupación familiar, los visados de residencia en régimen comunitario y las expulsiones. Durante 2008, 92 388 ciudadanos presentaron su queja individual o colectiva.
Esto supone un 238% más que en 2007 cuando fueron 38 738. En cuanto a los expedientes registrados, en 2008 hubo 23 899, de estos 15 804 fueron individuales, 7 842 colectivos y 253 de oficio.
Punto de vista
‘Siempre ha habido receptividad’
Carlos Arce / Área de Inmigración Pro DD.HH. Andalucía.
“El objetivo fundamental del Defensor del Pueblo es vigilar que la Administración no vulnere ningún derecho del ciudadano. Desde nuestra asociación hemos recurrido al Defensor del Pueblo Nacional y al Defensor Andaluz y en ambos casos la receptividad ha sido positiva. No obstante, sus propias competencias limitan el alcance: pueden requerir correcciones a la Administración y en último caso recoger en su informe anual la advertencia realizada a determinada Administración y que esta no la ha corregido.
Esta sería una forma de presionar, pues a esta no le interesa que se le señale por no haber actuado correctamente. Para los colectivos de la sociedad civil es muy importante que el Defensor haga suyas algunas de nuestras reivindicaciones”.