Redacción Política
Luego de estas tres marchas en favor de la libertad de expresión (dos hace 15 días y la del miércoles en Quito), ¿qué sigue?
Vamos a reproducir esas concentraciones en todas las provincias. Más aún, si como dicen, van a socializar el encubrimiento original. Nosotros, al día siguiente, haremos el descubrimiento de lo que quieren hacer.
¿Cómo evalúa la respuesta ciudadana de las marchas de Quito y Guayaquil?
Formidable, más allá del número. Ayer debieron estar entre siete y ocho mil personas. Sorprendentes, más allá de la preferencia que supuestamente tiene Correa. Oportunas porque estamos a tiempo de no dar un paso más hacia el abismo. Valientes, sobre todo porque la mayoría fue clase media que es la que más tiene que perder, los pobres algo están recibiendo y los ricos se pueden ir.
¿La clase media expresa el descontento ciudadano?
No está descontenta; está humillada. Está acanallada, está perdiendo empleo. Sufre la carestía de la vida, la inseguridad en las calles y el racionamiento de energía…
Las marchas solo se han convocado en defensa de la libertad de expresión…
Es la primera libertad por la que vamos a pelear, pero no la única. Defender esta libertad es clave porque si no podemos hablar u opinar, se vendrá la Ley de Educación Superior como les dará la gana; la del Registro de Datos… El anteproyecto de Ley de Vivienda dice que si tú no alquilas tu casa, en dos años, te obligan a hacerlo. Se viene todo ese mamotreto que tienen armado para completar el círculo de asfixia que les otorga la Constitución.
¿No resulta inapropiado hacer de estas marchas una señal de oposición al Gobierno, cuando la gente ha concurrido en defensa de la libertad de expresión?
¿Quién conculca la libertad? ¿Quién es el patrón de los legisladores? ¿Quién cumple los edictos de Hugo Chávez? Esto no es una cosa etérea.
El titular de la Asamblea dice que están caminando con autonomía. El miércoles se suspendió el debate de la Ley de Comunicación. ¿No es esta una buena señal?
Yo no le creo a Fernando Cordero. La postergación del debate de la ley es una maniobra, un repliegue mas no un retiro.
Estas marchas pueden ser estigmatizadas como un trampolín político personal.
Ya lo han hecho. Ese riesgo lo tengo que correr. Estoy por una democracia no por una banda presidencial. Yo he cometido errores, pecados, pero nunca he robado, mentido ni fracasado.
Usted es una figura que genera resistencias…
No solo he generado resistencias, me las he ganado. Ahora estoy en otro rol.