El pesebre instalado en el parque principal de Natabuela atrae a vecinos y visitantes. Foto: José Luis Rosales / EL COMERCIO
Con pesebres y luces navideñas fueron decorados los parques e iglesias de la zona rural de Antonio Ante, Cotacachi y Otavalo, en Imbabura.
En el primer cantón se creó la ruta turística de los Belenes, que integra a las parroquias Natabuela, Chaltura, Imbaya, San Roque y Andrade Marín.
Según Geovanny Cevallos, director de Desarrollo Económico Social del Municipio de Antonio Ante, la iniciativa apunta no solo a rescatar el espíritu navideño en medio de la pandemia del covid-19, sino también ser un aporte para la reactivación económica local.
En Chaltura, por ejemplo, hay una docena de restaurantes que ofrecen como plato principal el cuy frito acompañado de papas y maíz tostado.
Obreros de esta parroquia armaron el nacimiento de Jesús con materiales reciclados, como neumáticos, trozas de madera, residuos de caña de azúcar y otros elementos.
La instalación está levantada en el parque José Ignacio Gangotena. Darío Pomasqui, presidente de la Junta Parroquial, asegura que el sitio es visitado por decenas de turistas, que arriban especialmente los fines de semana. Algo similar ocurre en Natabuela.
En la parroquia Andrade Marín, la confección del pesebre convocó a 25 voluntarios de 10 barrios y dos comunidades, durante dos semanas.
El directivo Modesto Velásquez cuenta que es la primera vez que se hace un nacimiento navideño colectivo y que trataron de hacerlo lo más natural posible.
Mediante mingas se fue disponiendo, uno a uno, los elementos que componen esta representación del nacimiento de Jesús, que ocupa un área de 36 m2 del parque 9 de Octubre.
Un grupo de mujeres y niños hizo el diseño y elaboró bombillos y otros adornos con botellas de plástico reciclado, espumaflex y fómix.
Mientras que otros colaboradores se encargaron de obtener la paja y la hoja de caña de azúcar, que cubren el techo de la infraestructura.
Esta composición se complementa con una estrella gigante que está instalada en un árbol, de 25 metros de alto.
Además, decoraron un trineo, que igualmente fue colocado en las copas de dos macizos y construyeron un pozo de agua que está junto al Belén.
La fachada de la iglesia de Apuela, en Cotacachi, fue iluminada por iniciativa municipal. Foto: Cortesía / Municipio de Cotacachi
Velásquez comenta que en Andrade Marín hay varios talleres de producción textil, en donde los turistas pueden realizar un recorrido guiado.
Visitantes como Patricia Rojas destacan la creatividad con la que fueron elaboradas estas posadas. “Es la primera vez que surge esta iniciativa de plasmar los pesebres en cada parroquia, pese a que enfrentamos la pandemia del covid-19”.
La ruta de los Belenes estará expuesta hasta el 10 de enero del 2021. El Municipio suspendió el acto de premiación que estaba previsto para ayer 23 de diciembre del 2020.
En Cotacachi, en cambio, las iglesias de nueve parroquias rurales, que son consideradas patrimoniales, fueron iluminadas con luces LED por el municipio local. En las fachadas se diseñaron cascadas navideñas y figuras religiosas con este tipo de iluminación.
El 2019, las luces de colores resaltaron los principales íconos arquitectónicos de la zona urbana, ahora uno de los Pueblos Mágicos del Ecuador.
La iniciativa tuvo buena acogida entre vecinos y turistas. Marcelo Pinto, director de Desarrollo Social y Cultura, señala que por ese motivo este año decidieron extenderlo hacia la zona andina y el valle de Íntag.
En este último sector los visitantes pueden recorrer parcialidades como Apuela, Plaza Gutiérrez, Cuellaje, Peñaherrera, Vacas Galindo y García Moreno. En varias de ellas hay emprendimientos turísticos que ofrecen alimentación, recreación y hospedaje.
“Nuestro afán es contribuir a mejorar el ánimo de las personas que está afectado por las restricciones que se han establecido durante la actual pandemia”, comenta Pinto.
Por las fiestas decembrinas en estas parcialidades alejadas de la ciudad también se desarrollan iniciativas importantes. En García Moreno, por ejemplo, la junta parroquial hizo el concurso de la casa más iluminada por la Navidad.
En San Pedro de Pataquí, en Otavalo, es la primera vez en seis décadas que se adornaron la iglesia y el parque central con elementos navideños.
En esta jurisdicción, que limita con la provincia de Pichincha, habitan 89 familias, por lo que es la parroquia menos poblada de Imbabura.
Verónica Ruiz, presidenta del gobierno parroquial, menciona que esta actividad está dirigida a niños y adultos mayores que no han vivido la experiencia del encendido de luces de colores en los espacios públicos de este poblado.
Juan Rodríguez, 66 años, comenta que anteriormente la celebración navideña era triste y silenciosa en Pataquí.