El expresidente, Lucio Gutiérrez, llegó a la Fiscalía respaldado por sus simpatizantes. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
‘Lucio Gutiérrez perseguido”. Esas palabras se escuchaban por un altavoz y eran pronunciadas por un hombre de camisa roja que pedía a la gente sumarse para respaldar a Gutiérrez, pero solo cinco personas, que portaban pancartas, estuvieron en la puerta de la Fiscalía General del Estado para saludar al expresidente, a su ingreso al edificio, la mañana de hoy martes 7 de abril del 2015.
El líder del Partido Sociedad Patriótica, Lucio Gutiérrez, fue citado por la Fiscalía para rendir testimonio, por las declaraciones que diera el pasado 21 de enero, en rueda de prensa, por los 15 años del golpe en el que participó para defenestrar a Jamil Mahuad.
Ese día, Gutiérrez dijo estar preocupado por las Fuerzas Armadas, a las cuales, según él, se está “desmantelando”, porque “estamos volviendo a un escenario parecido al de antes de 1941, y un gobierno no puede actuar irresponsablemente y unos comandantes militares no pueden actuar irresponsables; tienen que defender a la institución militar, que es defender a la patria y dar seguridad al Ecuador”.
A las 09:40 de hoy, Gutiérrez apareció, vestido con chaqueta azul y camisa celeste, en la avenida Patria y 12 de Octubre, norte de Quito.
Para Gilmar Gutiérrez, hermano del exmandatario, se trata de una persecución política “demencial”. Dijo que en ningún momento Lucio Gutiérrez convocó a las Fuerzas Armadas a romper la democracia.
La diligencia de Gutiérrez duró 16 minutos. Al salir, el expresidente no precisó el contenido del interrogatorio. Según el político, el poco tiempo que duró la declaración se debe a que “no tenían bases para preguntarme nada”.
“Lo que hice (el último 21 de enero) fue convocar a la gran unidad nacional y todos somos ciudadanos y los militares por supuesto están sufriendo por el irresponsable despilfarro de fondos públicos”, dijo Lucio Gutiérrez.
Según el expresidente, lo que se busca con esta investigación es desviar la atención de los problemas económicos que atraviesa el país. “Se trata de una persecución política”, agregó.