En el caso Romo, abogado pedirá la libertad de los dueños de clínica

El 13 de noviembre de 2017, la madre de David Romo acudió a una diligencia en la casa de justicia de Carcelén. Foto: Archivo/EL COMERCIO

El 13 de noviembre de 2017, la madre de David Romo acudió a una diligencia en la casa de justicia de Carcelén. Foto: Archivo/EL COMERCIO

El 13 de noviembre de 2017, la madre de David Romo acudió a una diligencia en la casa de justicia de Carcelén. Foto: Archivo/EL COMERCIO

La audiencia está prevista para el próximo 7 de diciembre de 2017. Ese día un juez penal analizará la prisión preventiva de Carlos Londoño y Blanca Fueres, procesados por el caso David Romo.

La pareja era propietaria de la clínica de rehabilitación que funcionaba en el 2013, en Pisulí, un barrio al noroccidente de Quito. Las investigaciones de Fiscalía señalan que en ese lugar posiblemente fue asesinado el universitario.

Por eso, la pareja fue detenida el pasado 29 de septiembre en el mercado de la Ofelia. Desde entonces, Londoño está en el CDP de Quito y su esposa en la cárcel de Latacunga. La Fiscalía pidió su prisión luego de acusarlos de ser los posibles responsables del homicidio del joven Romo.

Sin embargo, su abogado Diego Chimbo ha manifestado que no existen pruebas que confirmen esa hipótesis de los investigadores. Eso lo repetirá ante el juez y pedirá que sus clientes sean liberados.

Para el jurista, en la investigación no se ha demostrado dos momentos claves. El primero, que el joven estuvo en la clínica; y el segundo, que Romo haya sido asesinado.

Chimbo advierte que desde noviembre del 2013, mes que la Policía allanó la clínica, los agentes han realizado más de cuatro búsquedas y pericias en la casa en donde funcionó la clínica. “En ninguna se demuestra que David estuvo en Pisulí”.

Para Alexandra Córdova, madre de Romo, la investigación debe continuar y por eso estará presente en la diligencia del 7 de diciembre.

Ella irá junto a su abogado, quien pedirá que se ratifique la prisión preventiva de los dos procesados hasta que se aclaren los hechos del posible crimen. Córdova también espera que se fije hora y fecha para otra diligencia. Se trata del testimonio de un joven que presuntamente vio a su hijo en la clínica.

La toma de este testimonio se debía realizar la semana pasada, pero la Fiscalía recibió un certificado médico en el que se indicaba que el testigo no podía comparecer por problemas en su salud.

Según el expediente, el chico habría visto cómo le quitaron la vida a Romo en la clínica de Londoño y Fueres.

El abogado Chimbo ha cuestionado estas afirmaciones, pues dice que sus defendidos nunca conocieron a Romo. Además, relata que en el expediente están las versiones de otros chicos que estuvieron internados en la clínica durante esa época.

En esas declaraciones, los jóvenes confirmaron que nunca vieron al universitario, quien desapareció en mayo del 2013. La Fiscalía, en cambio, se mantiene en su acusación y advierte que Londoño sería quién acabo con la vida de Romo. Según otro testigo del caso, el asesinato se habría cometido en la noche.

Luego, el cuerpo de Romo habría sido llevado a una casa en Ponciano, un barrio del norte de la capital, en donde lo habrían incinerado y triturado. En esos hechos habrían intervenido tres personas. Ellos también están detenidos y la Fiscalía investiga más detalles de su participación.

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