Sin datos del PIB

¿Cuánto creció la economía el año pasado? El Banco Central estima que 0,98%; el Fondo Monetario, que no creció sino que cayó 1%.

El estimado oficial se basa en mediciones del Central en el primer semestre. En otros años, a estas alturas ya había un estimado en base a las mediciones del tercer trimestre. El Central las tiene desde hace un mes, dice la Gerenta General que fuera removida dentro del proceso de toma del Central por parte del Ministerio de Coordinación de Política Económica.

No dar a conocer los estimados del Central aumenta la incertidumbre para la toma de decisiones económicas. El Central tiene la tarea de informar a la sociedad sobre el comportamiento de la economía, y lo ha hecho bastante bien a través de las décadas. Ahora, esa información se reserva solo para las autoridades.

Trasluce una actitud arrogante, que se puede desdeñar al resto de la sociedad; que solo los gobernantes cuentan. Esto proviene de un Gobierno que continuamente se autoproclama democrático.

No hay estimado actualizado de 2009, pero el Central da estimados muy diversos para 2010. El Central ha venido sosteniendo que la economía crecería 3,4 % este año. Pero en el documento que adjuntó a la Pro forma entregada a la Asamblea, calculó el crecimiento en 6,8%. ¿Cómo es posible tal discrepancia de estimados?

Por su parte, el FMI estima que la economía crecería 1,5 % en 2010.

Un crecimiento de 6,8% en 2010 suena absolutamente irreal. Para qué  proyectar ese crecimiento para 2010, sería importante tener evidencia que la economía se encuentra ya en camino de recuperación.  Pero si los datos del tercer trimestre fueran buenos, ¿no se los habría dado a conocer inmediatamente tan pronto de habérselo determinado?

La toma del Banco Central por el Ejecutivo viene acompañada del deterioro de la credibilidad de la institución. La seriedad y credibilidad del BC constituyen un bien público. La dramática toma de control con destitución de autoridades, sumada al retraso en el suministro de información, y a las aseveraciones contradictorias sobre las perspectivas, erosionan, en un mes, un prestigio ganado en décadas.

El Presidente objeta cierta manera de contabilizar industrias en las cuentas nacionales, en particular la  refinación de crudo. Al calcular el crecimiento de la economía, se contabiliza el crudo al precio de venta (exportación) y los combustibles igual cosa, pero para los que se venden en el mercado interno, al precio interno. Como es un precio subsidiado, resulta que el producto procesado tiene menor valor que la materia prima, y por lo tanto el aumento de la refinación desagrega, y no agrega, valor.

Sea; que se cambie la forma de cálculo. Pero eso no justifica retrasar la entrega de información.

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