Algo está mal en los datos de empleo, pero es difícil saber qué. El crecimiento de la población en las ciudades y su estructura de edades no son consistentes con los datos que arroja la encuesta de empleo y desempleo urbano.
La base del problema parecería arrancar en el número de personas contabilizadas dentro de la Población Económicamente Activa o PEA. Según su definición, en la PEA están las personas que trabajan o que quisieran trabajar, o sea, los empleados y los desempleados. Fuera de la PEA están los estudiantes, las amas de casa y cualquier otra persona que no esté trabajando ni buscando activamente un empleo.
La población ecuatoriana está creciendo y en las ciudades está creciendo aún más rápido. Por lo tanto, es lógico esperar que la PEA urbana crezca. Adicionalmente, la gente que se incorpora a la PEA suelen ser personas que, entre los 18 y 25 años, buscan su primer empleo. Hace 25 ó 18 años, el crecimiento poblacional era más alto que ahora, lo que significa que quienes se están incorporando a la PEA vienen de generaciones numerosas. En otras palabras, la misma estructura de edades aporta aún más al crecimiento de la PEA.
En resumen, la PEA debería estar creciendo y más bien rápido. Pero según la encuesta de empleo, está cayendo, aunque muy lentamente. Este es el gran problema de los datos de empleo. Todos los datos se basan en una población que, según cualquier lógica, debería estar creciendo, pero que según la encuesta está cayendo.
Porque para calcular la tasa de desempleo, por ejemplo, se divide al número de desempleados para la PEA; para calcular la tasa de subempleo, se compara el número de subempleados para la PEA total. En otras palabras, la PEA es el número alrededor del que giran todas las tasas relevantes del mercado laboral y si hay algún error en la PEA, todas las restantes tasas podrían también estar erradas.
¿Qué explicaciones se podría dar para una caída de la PEA? Varias, pero ninguna es del todo convincente. Una podría ser que la encuesta se está haciendo en los barrios en los que la población no crece y que no se incluye todos los barrios nuevos donde se está dando el verdadero crecimiento poblacional. Esa explicación no es convincente porque, según la misma encuesta, la población total sí está creciendo.
Otra explicación para la caída de la PEA sería que la población total crece, pero que cada vez hay menos gente interesada en trabajar. Aquí se podría argumentar que la abundancia de bonos desincentiva la búsqueda de empleos o que la situación económica es tan mala que los desempleados ni siquiera buscan trabajo, pero ninguna de esas explicaciones es satisfactoria.
Por ahora, hasta encontrar una mejor solución, lo más sabio parece ser tomar con cautela los datos de empleo.