Entrevista al contralmirante Darwin Jarrín, comandante de la Fuerza Naval. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Entrevista al contralmirante Darwin Jarrín, comandante de la Fuerza Naval.
¿Cómo está hoy la Fuerza Naval, 25 años después de la guerra del Cenepa?
La Armada del Ecuador está en un proceso de recuperación de la capacidad operativa. Estamos volviendo a las condiciones que deberíamos tener siempre, pero no hemos llegado a lo que tuvimos en el año 1995. Allí actuamos con dos fragatas, cinco corbetas, tres lanchas misileras, dos submarinos, nueve helicópteros y cuatro aviones de vigilancia marítima.
¿Cuándo comienza el deterioro de la capacidad operativa de los marinos?
Comienza después de la firma de la paz y llegamos a límites muy complicados. Hace unos cinco a seis años estuvimos con las unidades en pésimas condiciones, pero estamos volviendo a lo que debe ser una Marina profesional.
¿En qué condiciones se encontraban los equipos?
Teníamos dos o tres unidades de superficie operativas (buques, lanchas, entre otros) y el resto estaba amarrado en los muelles, con muy poco apoyo económico. Llegar a la condición que estamos ahora nos ha costado muchos sacrificios. Hemos dejado de lado necesidades acuciantes: mantenimiento de las bases y gastos administrativos que los hemos reducido por todos los lados. El año pasado ya estuvimos operando con nueve de 12 unidades de superficie y eso es bastante.
¿Impactó la situación económica del país?
Entendemos la situación económica. No podemos abstraernos de eso. Tenemos que solicitar las herramientas que nos permitan cumplir con nuestra responsabilidad constitucional, que es la defensa de la soberanía marítima. Recibimos apoyo del Ministerio de Defensa en cuanto a las bases de operaciones que solo teníamos en Guayaquil.
¿En qué otras partes operan hoy esas bases?
En Puerto Bolívar y en Manta. La próxima semana se firmará el convenio en Esmeraldas y en Posorja que ya hemos recibido un apoyo de DP World para la construcción de una capitanía mayor y de una base de operación de la Armada. Con todos estos puertos, ahora vamos a constituir un triángulo de seguridad.
¿Un triángulo donde operarán los naves Orion P3 y Awac de EE.UU.?
Este triángulo tiene un componente netamente ecuatoriano. El apoyo evidentemente está viniendo de EE.UU. Si alguien nos ayuda de buena fe para cumplir con el control de los espacios marítimos en temas de seguridad, de control de narcotráfico, de contrabando de combustibles, de armas, y la pesca ilegal, para nosotros es bienvenido. En ese sentido, hemos recibido contribuciones de China, con ocho lanchas guardacostas. Cinco el año pasado y tres el año antepasado. Pero debemos tener conciencia de que nuestro territorio marítimo es cinco veces mayor que el terrestre.
¿Eso complica la vigilancia por parte de la Naval?
Es muy complicado el trabajo, porque los narcotraficantes no se dejan ver fácilmente. Usan submarinos, semisumergibles. Utilizan unidades muy pequeñas, que son muy difíciles de ser detectadas.
En ese sentido, ¿cuán importante ha sido el apoyo del Orion P3 y del Awac?
El año pasado, en el espacio marítimo capturamos 30 toneladas de sustancias ilegales apoyados por ellos. Pero solo con nuestros medios hemos capturado 18 toneladas. En estos inmensos espacios marítimos, ellos operan generalmente en las áreas donde nosotros no podemos actuar, donde nuestros medios no nos permiten llegar. Miren, solo para que ustedes tengan idea: hay 26 000 embarcaciones de pesca desde Mataje (Esmeraldas) hasta el límite con Perú.
¿Cómo controlan?
Nuestros pescadores salen de caletas o de lugares de donde no tenemos una capitanía o un retén. Entonces, parten en cualquier momento, en el día o en la noche. A veces nosotros no tenemos siquiera la información. Es muy complejo. Es una zona costera que necesita la contribución de la autoridad, pero también de los ciudadanos. Tenemos mucho conflicto de robo de motores, de asaltos, etc. Entonces, podemos decir, casi con certeza, que la mayoría de esos hechos gira en torno al narcotráfico. Ese es el delito que dinamiza todos estos ilícitos.
¿Cómo están los trabajos en la pista de San Cristóbal para el Orion P3 y el Awac?
El aeropuerto de San Cristóbal está dentro de la Base Naval y le pertenece a la Marina. En este momento es administrado por la aviación civil. Para nuestras operaciones y para las operaciones eventuales de emergencia que podría tener cualquier avión extranjero que haga vigilancia marítima es más que suficiente. El Orion P3 y los nuestros no necesitan que la pista se amplíe.
¿Desde cuándo podrán operar los aviones de EE.UU. en San Cristóbal?
Lamentablemente allá tenemos una limitación en cuanto al combustible. Necesitamos incrementar la capacidad de almacenamiento, porque una cosa es que opere un avión pequeño y otra situación es que lleguen aeronaves grandes y con mayor frecuencia.
Al renunciar, Francisco Carrión, exembajador de Ecuador en EE.UU., dijo que no había un convenio para la operación de naves de ese país. ¿Es así?
Nosotros tenemos las reglas que nos emiten el Comando Conjunto de las FF.AA. y el Ministerio de Defensa. Cuando viene un avión norteamericano llega a Guayaquil, cumple los protocolos normales de una aeronave que viene a un aeropuerto extranjero, pasa migración y otros filtros. Y nosotros nos reunimos con ellos. Somos parte de la misión. Ningún avión norteamericano sale sin que a bordo esté uno o más oficiales de la Armada para los temas de vigilancia marítima. También está uno o más oficiales de la Fuerza Aérea para los temas de contactos aéreos. Además, están policías. Ningún avión sale solo con tripulación extranjera. Siempre sale una tripulación combinada.
¿Este es un acuerdo verbal o un convenio?
Tenemos las directrices que emana de nuestro Comando Conjunto de las FF.AA., que es nuestro órgano superior.
Hoja de vida
Su trayectoria. Ingresó a la Escuela Naval el 16 de septiembre de 1979. Pertenece al arma de Aviación Naval, donde permaneció 18 años. Acumuló 6 048 horas de vuelo y hasta ahora es el aviador naval con más horas en la historia de la Armada. El 20 de diciembre de 2015 ascendió a Contralmirante.