Un estudiante de la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN), que exige justicia, democracia y la salida del presidente Daniel Ortega, dispara un mortero hecho a mano durante los enfrentamientos con la policía antidisturbios, en las instalaciones de la UNAN en Managua el 11 de mayo de 2018. Foto: AFP
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aceptó este viernes 11 de mayo las condiciones de los obispos para iniciar un dialogo nacional, entre ellas el cese de la represión y el ingreso al país de la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH) para investigar las 49 muertes ocurridas en las protestas.
“Estamos de acuerdo en trabajar cada uno de los puntos allí planteados (por los obispos), tomando en cuenta que en todos se recoge su buena voluntad como mediadores y testigos”, respondió Ortega en una misiva dirigida a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
Ortega dijo, además, que en el gobierno “estamos todos listos a acudir a su llamado al diálogo en la fecha más pronta posible, para tranquilidad de todos los nicaragüenses”.
Los obispos, mediadores del diálogo, habían pedido al Presidente que autorizara el ingreso de la CIDH para aclarar las muertes en las protestas y que cesara de inmediato la represión como “premisa ineludible” para abrir las conversaciones.
En la carta, el Mandatario dijo que coincide con los obispos en “la necesidad del cese de la violencia, intimidación y agresión a los ciudadanos, y agregamos nuestra gran preocupación sobre ambientes de temor creados en comunidades”.
Con “las protestas pacíficas, que respetamos absolutamente, se multiplican hechos de violencia que asolan y afectan la calidad de vida de nicaragüenses de todas las edades, que claman a Dios por el retorno a la normalidad”, señaló.