Los técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos llegaron ayer a Chunchi y Chillanes. Foto: Cortesía / SGR
Desde que el sismo de 6.5 grados destruyó 16 casas de Chimborazo y 41 de Bolívar, las familias damnificadas no han tenido paz.
Al momento 119 personas permanecen alojadas en hogares acogientes y dos refugios comunitarios. Continuarán allí hasta que se puedan reconstruir sus viviendas.
El sismo dañó también 24 unidades de salud y 153 unidades educativas, por lo que las clases en Bolívar continuaban suspendidas hasta ayer, mientras que en Chimborazo, las clases se reanudaron el lunes.
En la última reunión del Comité de Operaciones en Emergencias, representantes de los ministerios de Educación y Salud informaron que la inspección de la infraestructura concluyó y que ahora se iniciará la fase de reparación de daños.
“La mayoría de unidades afectadas tiene daños leves y de mampostería. En el caso de Joyagshí, en Chunchi, sí hay daños moderados por lo que dispusimos que los médicos y los equipos se muden a un sitio seguro mientras se hacen las reparaciones”, dijo Margarita Guevara, gobernadora de Chimborazo.
En esa provincia hay 63 personas damnificadas que fueron acogidas en casas de sus familiares. Ellos recibieron colchones, cobijas y almohadas, así como también kits de aseo personal.
“No sabemos cuánto tardará la reconstrucción de nuestras casas, pero ya empezamos a reunir la documentación que nos solicitaron para acceder a créditos y bonos”, contó Rosa Shinshin, habitante de Joyagshí.
En Bolívar, el sismo afectó a 696 personas de Chimbo, San Miguel y Chillanes. La mayoría de daños se concentraron en la zona rural.
Allí técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos continúan con las inspecciones para determinar afectaciones en las comunidades distantes, y ya entregaron las primeras ayudas a cerca de 50 familias damnificadas.
El proceso de atención de la emergencia demorará al menos cuatro días más debido a la lejanía de algunas de las 103 comunidades donde se reportaron afectaciones.