Los damnificados por los oleajes van a 2 albergues de Rioverde

Redacción Esmeraldas

El panorama es desolador. La playa de la ciudad de Rioverde,  en el norte de Esmeraldas, quedó totalmente cubierta de escombros.

Ayer, un equipo técnico caminaba sobre lo que fueron las paredes de varias viviendas, postes eléctricos y muros del malecón. Intentaban cuantificar los daños que causaron los últimos aguajes.

“Fue terrible. Parecía que el mar se quería llevar todo”. Así resumió, aún exaltada, Jennifer Estupiñán, quien vivía en una casa frente a la playa. “El agua subió hasta la altura de la rodilla. Perdimos los zapatos, ropa y varios enseres”, relató.

La familia de Estupiñán, al igual que otras nueve familias, se encuentran albergada, desde el 1 de enero en la escuela 24 de Mayo y en  el Colegio Nacional Rioverde. Estas instituciones les abrieron sus puertas hasta que la emergencia pase.

Ajenos a la tragedia, cuatro niños, parientes de Estupiñán, miran la televisión en un aula, que por el momento es su nuevo hogar. En el salón, donde se improvisó una cocina, los hermanos de Estupiñán preparan arroz. Ellos cuentan que la Armada les entregó cuatro colchones y alimentos.

Ayer, el agua continuaba golpeando con fuerza las costas del norte de Esmeraldas, a pesar de que se anunció que concluirían el domingo pasado. 

Según los reportes de la Secretaría de Gestión de Riesgos, los cantones  Rioverde y  Eloy Alfaro han sido los más afectados. Se conoció que en la isla de Limones, cantón Eloy Alfaro, 12 familias fueron trasladadas a albergues.

En total, tres viviendas resultaron destruidas completamente en toda la provincia. 

Según la Secretaría Nacional de Riesgos,  126 familias resultaron afectadas, sin embargo, se considera que la cifra pudiera ser mayor. Eso,  porque hay  damnificados que  permanecen en casas de parientes y amigos. 

Según Enrique Baguí, encargado del Departamento de Desarrollo Comunitario del Municipio de Rioverde, la fuerza de las olas no disminuye. Incluso, el  mar ingresó  a 300 metros del área urbana y afectó al hospital.

Los representantes de las instituciones de socorro coordinan acciones. El Ministerio de Inclusión Económica y Social, por ejemplo, anunció que hoy llegaría con raciones de alimentos para las familias damnificadas.

El alcalde de Rioverde, Luis López, solicitó ayuda urgente al Gobierno. El Burgomaestre calcula que se requieren alrededor de USD 8 millones para solucionar los problemas.

No obstante, Baguí comenta que una solución para evitar daños similares a los que produjeron los últimos aguajes sería construir un muro rompeolas.

A eso hay que sumar la reconstrucción del malecón. La razón es que ese pueblo vive del turismo y de la pesca. “Sin el malecón, las economías de los pobladores se verían seriamente afectadas”, comentó el Alcalde.

Otras zonas afectadas

Los oleajes también  afectaron a los balnearios de Atacames, Súa, Tinchipe, Mompiche. En estas playas, el mar alcanzó hasta los puestos en donde se expenden bebidas y artesanías. 

En las playas manabitas,  durante la madrugada del 2 de enero, las olas alcanzaron hasta los 3,20 centímetros, según la Capitanía de Manta. Afortunadamente, a la hora en que se presentaron (05:00)  no habían bañistas.  

No es la primera ocasión en  la cual Rioverde es afectada por los oleajes. En el oleaje anterior, el mar también destruyó parte de la estructura del malecón. En aquel entonces se sugirió edificar  un muro de contención, pero no se hizo nada.

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