Cynthia Viteri llega a la Av 9 de octubre y malecon despues de una larga caravana por la ciudad. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO
La avenida 9 de Octubre estaba cerrada desde la intersección con la calle Chile, a cuatro cuadras del Malecón 2000, en el centro de Guayaquil. Los partidarios de Cynthia Viteri ocupaban el lugar, hasta el arribo de la presidenciable, que cerraba su campaña.
Banderas amarillas y blancas pintaban la avenida, mientras los silbatos de los simpatizantes se confundían con los pitos de los vehículos, que a esa hora circulaban por la zona.
El sector incrementó potencialmente su actividad comercial, debido a la presencia de informales, que aprovechaban la pasividad de la Policía Municipal, que generalmente evita que se ubiquen en zonas regeneradas.
Manuel Corozo vendía bollos a escasos cinco metros de un oficial municipal. “Hay que aprovechar que hoy están de buen genio”, contó el hombre que aprovechó el cierre de campaña para vender su producto.
El tráfico en el centro de Guayaquil se tornó caótico. La caravana de Viteri salió desde el estadio Monumental, en la avenida Barcelona, y avanzó hacia el centro, cruzando por las calles del suburbio, al noroeste de la ciudad.
La candidata por la lista 6, Partido Social Cristiano, llegó cerca de las 20:00. Junto a ella, una caravana de autos, camionetas, motos y gente a pie. Entre sus partidarios, el Alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
No había una tarima, por eso se subió al techo del camión que la trasladaba y desde ahí dio su discurso. Tuvo problemas de audio, los parlantes tenían deficiencias y cambio su micrófono por un altavoz manual.
“Con micrófono o sin micrófono llegaré al corazón del pueblo y de allí a Carondet”, inició. Levantaba las manos y saludaba a sus simpatizantes, con una sonrisa que contrastaba con su enrojecido rostro, producto del sol guayaquileño.
Asistida por un grito generalizado de “fuera Correa fuera”, la candidata socialcristiana desplegó una bandera de Ecuador, ayudada por su binomio Mauricio Pozo, y los candidatos a asambleístas, que se movilizaban junto a ella.
La caravana avanzó dos cuadras por el Malecón, hasta la calle Víctor Manuel Rendón. En ese punto, la candidata, su binomio y el alcalde Jaime Nebot, se cambiaron a un vehículo particular y entre aplausos se despidieron de sus simpatizantes.