La atención en emergencias ha decrecido. En la foto una persona con síntomas respiratorios en el Hospital Pablo Arturo Suárez, de Quito. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
En Quito, la curva de contagios de covid-19 sigue en ascenso, en las tres últimas semanas. La capital acumula 22 281 infectados y cada día se aleja más de Guayaquil en el número de casos, con una diferencia de 9 369, hasta este 4 de septiembre del 2020. Esto hace que se mantenga como el primer cantón más afectado.
El número diario de diagnósticos confirmados es menor que en semanas anteriores, pero el comportamiento es aún irregular. El promedio de nuevos positivos de los siete últimos días es de 149, mientras que la media de las dos semanas preliminares fue de 181 y 283, respectivamente.
Raúl Fernández, docente investigador de la UDLA, cree que la cifra de contagios en la ciudad está dentro del escenario normal. De seguir esa tendencia, al final del mes se superarán los 23 300 y en octubre se llegará a 25 500. “La curva aún sigue en ascenso en la capital”.
Contrario a lo que ocurrió en Guayaquil, la ciudad más golpeada por el virus entre marzo y abril, en la capital no hubo un crecimiento agresivo de casos. “Hoy la transmisión comunitaria del virus está bajando de intensidad; avanza más lento”, anota el salubrista Esteban Ortiz, otro docente de la UDLA.
Pese a ello, los expertos recomiendan mantener los protocolos de bioseguridad, como lavado de manos, distanciamiento social y uso obligatorio de la mascarilla; más cuando desde el 13 de septiembre ya no regirá el estado de excepción.
En la capital, el número de atenciones a pacientes con síntomas leves ha bajado en los últimos días, en especial en las áreas de emergencia. En las casas de salud del IESS se recibió a 2 718 personas con problemas respiratorios, en la semana comprendida del 24 al 30 de agosto. Si se compara con la anterior (del 17 al 23 de agosto), cuando hubo 2 841, la diferencia de 123 personas.
En el IESS Quito Sur, en donde se dio prioridad a los contagiados de coronavirus, hay menos pacientes. A inicios de mes se atendió a 1 604 personas; 130 menos de lo reportado en la última semana de agosto.
Una situación similar se vive en el Carlos Andrade Marín (HCAM). Entre el 24 y 30 de agosto se trató a 1 244, es decir, 67 menos que en la semana anterior, con 1 311.
Roberto Beletanga, director médico, dijo que en las tres últimas semanas la cifra de atendidos en emergencias ha decrecido. “Días atrás, el promedio diario era de 70; luego fue de 50 y hoy (ayer) fue de 30”.
Sin embargo, en hospitalización, cuidados intermedios y terapia intensiva se mantiene en niveles máximos. “A diario nos llegan 60 pedidos de camas en UCI; la mayoría tiene patologías preexistentes, como hipertensión y cáncer, o ha ingerido dióxido de cloro”.
Al 31 de agosto, en los establecimientos del Ministerio de Salud, 298 de 371 camas estaban ocupadas. Mientras que tres de las 134 en cuidados intensivos se hallaban libres.
En Pichincha, la curva epidemiológica no muestra ni una meseta ni un aplanamiento, con un acumulado de 24 563 contagiados confirmados.
En las últimas tres semanas, el promedio de nuevos casos diarios muestra un descenso, de 317 a 207; esta última semana ha sido de 169. Respecto de la mortalidad, la provincia -y específicamente Quito– sigue registrando muertes inusuales, aunque en cifras más bajas que en julio, mes con más fallecimientos en la pandemia.
En Pichincha las defunciones de agosto por todas las causas suman 2 394, es decir, 1 369 más que en agosto del 2019. Las muertes inusuales pudieran atribuirse al coronavirus.
Esta cifra, cabe anotar, es menor a los 1 149 decesos confirmados y probables que reporta el Ministerio de Salud Pública (MSP) hasta este viernes 4. De las 1 369 muertes inusuales de la provincia, el 96% corresponde a Quito.
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