Con interés y profunda intriga seguí una entrevista al Ministro de Relaciones Laborales en Teleamazonas. Si bien el Ministro nunca dijo de cuánto sería el aumento salarial, sí dio alguna interesante (y muy curiosa) información de los planes del Gobierno en su política salarial.
De lo que se pudo entender de esa críptica entrevista, el Gobierno estaría pensando en obligar a las empresas más rentables a pagar salarios más altos. Esta sola insinuación muestra la comprensión de la economía que tienen los funcionarios del Gobierno.
El primer principio económico que ignoraron es el de ‘acción y reacción’. Parece que en el Gobierno creen que si se sube los salarios a las empresas más rentables lo único que va a pasar es que las utilidades de esas empresas bajen. Nada más alejado de la realidad. Por un simple principio de reacción ante un cambio de las reglas de juego, cualquier empresa a la que obliguen a pagar sueldos más altos va a contratar menos empleados, sin importar cuán rentable sea.
Si tiene que pagar más a sus empleados, contratará menos gente. Por lo tanto, aunque se aplique este aumento solo a las empresas más rentables, igual habrá
más desempleo.
Otro principio básico de economía que se está ignorando en esta curiosa propuesta es la ‘no discriminación’ entre agentes económicos. Si dos empresas producen lo mismo y la una lo hace eficientemente (y, por lo tanto, es rentable) y la otra lo hace ineficientemente (y pierde plata), no tiene absolutamente ningún sentido discriminar a la eficiente y obligarle a pagar salarios más altos. En el fondo, esto sería como un castigo a la eficiencia y un premio a la ineficiencia.
Pero llevemos este ‘curioso’ razonamiento un poco más allá. Si a las empresas rentables se les obliga a pagar salarios más altos, por qué no obligarles a pagar
más por la electricidad, el teléfono el agua o los combustibles que consume. Sobre todo los combustibles, que tienen un altísimo subsidio, podrían, bajo ese absurdo razonamiento, tener un precio más alto para las empresas que ganan.
A pesar del silencio oficial, parece que para el próximo año vendrá un importante aumento del salario básico. Se habla de niveles entre USD320 y USD550. Si el Gobierno llega a aprobar cualquiera de estos niveles salariales sería por un una absoluta falta de interés en la justicia social, pues los más afectados serían los más pobres. Supongamos que el salario sube a más de USD500 y que una empresa tiene que contratar un obrero. Puede escoger entre una persona muy pobre con educación primaria o un ingeniero. Dado que ambos estarían dispuestos trabajar por ese sueldo, lo lógico sería preferir al más educado y dejar al más pobre en el desempleo. Eso no es ni justo ni social. Es profundamente populista. Ojalá no lo hagan.