El funeral de Diana T se llevó a cabo en las calles García Moreno y Eloy Alfaro, en Cumbaya. Foto: María Isabel Valarezo /El Comercio
La noche del martes 21 de abril del 2015 se desarrolló el funeral de Diana T. Cerca de 150 personas se apostaron en las inmediaciones del edificio para velar a la joven universitaria. Este fue el mismo lugar donde, ayer, se halló su cadáver.
En las calles García Moreno y Eloy Alfaro sólo se escucharon murmullos y sollozos, pese a la cantidad de gente que acudió a solidarizarse con los familiares de la víctima. Los atuendos negros y grises contrastaron con el multicolor de los adoquines decorativos de las calles de este sector de Cumbayá, un valle ubicado en el nororiente de Quito.
Los familiares más cercanos permanecieron cerca al féretro y rezaron el Ave María dentro del garaje del edificio, propiedad de la familia. Los demás escucharon y guardaron silencio debajo de unas carpas que se instalaron en la calle principal.
Algunos compañeros de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central se hicieron presentes. Entre ellos estuvo Daniel C. quien conoció a la joven en primero y segundo semestres. La describe como una persona que ayudó a cualquier amigo que lo haya necesitado. “Era muy buena gente”.
El abogado Gabriel O., otro de los amigos de Diana, indicó que, incluso, le pidió a él ayuda para que su pareja sentimental, hoy investigado, resolviera un juicio de alimentos con otra chica.
En el velorio trascendió que la única persona detenida, José C., no recibió prisión preventiva tras la audiencia de flagrancia que se desarrolló el martes a las 17:00, aproximadamente. A él se le otorgaron medidas sustitutivas.
Los familiares buscan que se emita una boleta de captura contra Kevin M., quien supuestamente, según ellos, tendría presunta relación con el asesinato.
El lunes 20 de abril se encontró sin vida a Diana en uno de los departamentos que había sido alquilado por José C., quién negó su participación en los hechos.
La madre de José manifestó, en declaraciones anteriores, que su hijo acudió por llamado de los dueños del lugar para abrir la puerta. Ella explicó que su otro hijo, Kevin M, fue el que al parecer entró y salió de la habitación alquilada tras el anuncio de su hermano de regresar a casa de su madre.
Los asistentes al velorio indicaron que harán lo posible para que el caso no quede en la impunidad.