Wilson Pico rememora sus 50 años de ‘pequeñas astucias’

Wilson Pico baila  durante uno de los ensayos de ‘Pequeñas astucias’, en la CCE. Foto: Paúl Rivas/EL COMERCIO

Wilson Pico baila durante uno de los ensayos de ‘Pequeñas astucias’, en la CCE. Foto: Paúl Rivas/EL COMERCIO

Wilson Pico baila durante uno de los ensayos de ‘Pequeñas astucias’, en la CCE. Foto: Paúl Rivas/EL COMERCIO

Con el estreno de ­‘Pequeñas astucias’, Wil­son Pico inició, la semana pasada, la celebración de 50 años ininterrumpidos de carrera artística. Un mundo de constante experimentación, que incluye un trabajo alternado como coreógrafo, bailarín, maestro y director de danza y teatro.

‘Pequeñas astucias’ está compuesta de tres danzas independientes: ‘Apuntes para tratar de no mentir’, ‘Polvo que baila’ y ‘Agua de sueño’, obras que indagan mundos urbanos contemporáneos .

‘Apuntes para no mentir’ es una especie de ‘jam’, ambientado con música de Leonard Cohen, en el que Pico explora los movimientos espontáneos del cuerpo. “Esta pieza es una danza que no está coreografiada. En cada presentación el baile es distinto, con el objetivo de eliminar las mentiras corporales (movimientos mecanizados) para ejecutar una serie de movimientos primarios”, dice.

En ‘Polvo que baila’, Pico regresa a uno de los temas recurrentes en su carrera artística: la muerte. El montaje de esta pieza estuvo inspirado en la creencia popular que dice: ‘regresó a recoger sus pasos’. En esta coreografía, el protago­nista se sitúa en el umbral entre la vida y la muerte, para tratar de arreglar todo que hizo mal en el pasado. La pieza está matizada por la música experimental colombiana de Ricardo Arias, Juan Sebastián Suanca y Alí Farka Toure.

En el cierre de ‘Pequeñas astucias’, Pico presenta ‘Agua de sueño’ y hurga en el mundo de la soledad a través de un hombre que está perdiendo la memoria. “Para combatir su olvido de las cosas -dice- el personaje se inventa una serie de rutinas. Es su única forma de soportar la soledad”.

En el mundo de ‘Agua de sueño’, la habitación del protagonista está poblada de objetos que siempre le recuerdan su pasado, mientras suenan canciones de los músicos Equis Pico (su hijo) y de Tom Waits.

El nombre de esta obra apareció luego de una serie de lecturas que Pico hizo sobre el escritor argentino Jorge Luis Borges. Recuerda que en uno de los textos leyó: "La vida me ha enseñado pequeñas astucias".

“Cuando leí esa frase me sentí tocado. Estoy cumpliendo 50 años de bailar sin parar y todavía siento el mismo entusiasmo cuando estoy en el escenario. Para mí, eso es una señal de que todavía tengo muchos personajes e historias que me están esperando para que los interprete”, dice Pico durante uno de sus ensayos.

La primera temporada de ‘Pequeñas astucias’ se cerrará con las presentaciones que se realizarán entre hoy, jueves 23 de marzo, y el sábado 25, a las 19:00, en la Sala Ma­riana de Jesús de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Pico continuará con las celebraciones de sus 50 años sobre el escenario con la reposición de tres obras: ‘Historias frágiles’, que se estrenó en el 2006 y que se presentará desde el 11 de mayo; ‘Fervorosos pasos’, presentada en el 2014 y que tendrá su primera temporada desde el 20 de julio; e ‘Intensidades puras’, la obra que se estrenó en el 2016 y estará en escena desde el próximo 5 de octubre.

La entrada para ‘Pequeñas astucias’ tiene un precio ge­neral de USD 5.

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