Ariel Abramovich y Giovanni Cantarini cierran el Festival de Música Sacra. Fotos: cuerdaspulsadas.es y esteri.it
El músico instrumentista de origen argentino Ariel Abramovich coincide con el tenor italiano Giovanni Cantarini sobre el tablado del santuario de la Virgen de El Quinche, donde ofrecerán un recital de música antigua, en el cierre del XVI
Festival de Música Sacra.
Pero esta no es la primera vez que estos dos grandes músicos y académicos se encuentran sobre un escenario, pues desde hace algún tiempo han emprendido un proyecto musical dedicado a revisitar textos musicales de la Italia del 500.
‘Tutti debiam cantare’ es el título del recital, que recoge un repertorio de 18 piezas musicales distribuidas en cuatro secciones, que recorren las distintas épocas de la vida, muerte y resurrección de Jesús.
Dedicado casi exclusivamente al estudio e interpretación del laúd y de la vihuela, Abramovich encontró su puerta de entrada al mundo de la música a través del rock, y en especial a partir del trabajo de músicos como Jimmy Hendrix y Jimmy Page, dos de los guitarristas más influyentes de la historia del rock.
Nacido en Buenos Aires, Abramovich descubre, por medio de la guitarra, una temprana pasión por el jazz y la música latinoamericana, con la guía de los maestros Norberto Pedreira y Quique Sinesi.
Bajo la influencia del guitarrista Ralph Towner, se inicia en el estudio de la guitarra clásica, para luego introducirse en el conocimiento de la música del Renacimiento, seducido por el trabajo del compositor y vihuelista español del siglo XVI, Luys de Narváez.
Alumnos de reconocidos maestros instrumentistas de América y Europa, en 1998 funda, junto a José Hernández-Pastor, el dúo El Cortesano, con el que graba un par de discos antes de emprender otros proyectos, junto a John Potter, María Cristina Kiehr o Jacob Heringman, antes de compartir su pasión por la música antigua con Cantarini.
El tenor italiano encaminó sus estudios en filosofía y literatura hacia la interpretación de música antigua, canto moderno y ópera. Comparte su actividad musical con la investigación que, actualmente, se centra en proyectos con canto y recitado. De donde parte la colaboración con Abramovich, en un magnífico recital de voz y cuerdas, en Quito.