Montoya nació hace 52 años en Barrancabermeja y se desempeña como profesor de literatura en una universidad de Medellín. Foto: Diario El Tiempo/ GDA
El escritor colombiano Pablo Montoya se declaró este 5 de junio “estupefacto” tras haber sido consagrado ganador de la edición XIX del premio iberoamericano de novela Rómulo Gallegos por su obra ‘Tríptico de la infamia‘.
“Me siento, en primera instancia, completamente asombrado, anonadado, estupefacto ante la noticia y todavía no puedo creerlo”, dijo Montoya al diario El Tiempo de Bogotá desde la ciudad argentina de La Plata, donde lo sorprendió la noticia.
“Es un gran honor recibir este galardón, por los antecedentes que tiene, por las grandes novelas que se han premiado y por el impacto que ha producido. Siento, además, una gran responsabilidad al recibirlo, porque evidentemente yo he sido un escritor más o menos invisibilizado o un poco situado en ciertas zonas de silencio, y este premio significa entrar, de algún modo, al espacio público de la literatura“, agregó.
Montoya, que nació hace 52 años en Barrancabermeja y se desempeña como profesor de literatura en una universidad de Medellín, dijo que ‘Tríptico de la infamia’ es una novela histórica que recrea las guerras religiosas en Europa y la conquista de América.
“Creo que el lector va a encontrar qué pasa con un artista, con un hombre sensible, cuando está situado en medio de épocas arrasadoras, socialmente hablando, por la violencia que ejercen”, dijo el escritor.
En declaraciones a la cadena de radio RCN, Montoya dijo que espera que su obra tenga difusión tras convertirse en el quinto colombiano en ganar el Premio Rómulo Gallegos. “Mis libros son más conocidos en Medellín porque vivo allá y trabajo allá. Pero si pasamos las fronteras mis libros no se conocen”, dijo.
Montoya relató que después de terminar la secundaria quiso ser médico, pero tras pocos años de estudio se dedicó a la música como flautista en varias orquestas. Aunque quiso ser compositor, entendió que no tenía el talento para ello y entonces se dedicó a estudiar literatura en Francia.
Sin embargo, Montoya dijo que intenta rescatar esa parte de músico para darle un giro a su obra, hasta ahora dedicada a la novela histórica. “Luego de terminar ‘Tríptico de la infamia’, decidí darme un pequeño descanso, pero sí tengo proyectos, en especial dedicados a contar algunas cosas de mi vida como músico, y estoy calentando para lanzarme a la escritura de uno de esos proyectos músico-literarios“, relató a El Tiempo.