La cripta donde se enterraban a los frailes Betlemitas es el otro espacio que abrirá sus puertas en este museo. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Hace un año, el campanario fue uno de los lugares más visitados del Museo de la Ciudad. Después del último temblor que hubo en Quito se cerró al público por precauciones técnicas. Su actual versión que tiene 200 años -la original se destruyó en uno de los terremotos de la ciudad en el siglo XVII- podrá ser visitada nuevamente.
Según investigaciones que se han realizado sobre este museo, antes había una campana en cada uno de sus arcos y una mayor en el centro. Ahora, las personas que suban por las empinadas y diminutas gradas que dan a la torre se encontrarán solo con dos campanas. La recompensa es la vista de 360 grados del centro histórico y una privilegiada panorámica de la Virgen del Panecillo.
La cripta donde se enterraban a los frailes Betlemitas es el otro espacio que abrirá sus puertas en este museo. La cripta de paredes blancas estuvo cerrada por graves problemas de humedad que han sido controlados. Se estima que esta congregación de frailes estuvo a cargo del Hospital San Juan de Dios durante más de un siglo, tiempo en el que se hicieron importantes renovaciones arquitectónicas.
La apertura de estos espacios tiene como coyuntura la celebración de los 17 años de la apertura de este museo que funciona en el edificio civil más antiguo de Quito, el Hospital San Juan de Dios que estuvo abierto por 407 años.
Uno de los atractivos del Museo de la Ciudad es el recorrido que se realiza por la historia de la ciudad desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Un viaje en el que ahora se prioriza más la relación entre las personas que las fechas históricas.
Para Andrea Moreno, coordinadora de este museo, la institución, en términos locales, ha consolidado sus equipos técnicos en todo lo relacionado a la museología. “Son 17 años en los que se ha hablado de la memoria y de las prácticas de la ciudad siempre buscando nuevos pensamientos críticos entorno a lo que proponemos”.
Dentro de los nuevos proyectos a corto plazo del Museo de la Ciudad está consolidar su centro documental sobre temas de ciudad, trabajar en conjunto con museos de Latinoamérica y presentar un muestra sobre la historia de la flora patrimonial de Quito con el apoyo del doctor Carlos Ruales y la Universidad San Francisco.
Uno de los atractivos del Museo de la Ciudad es el recorrido que se realiza por la historia de la ciudad desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO