En el Maac de Guayaquil se hizo una sepultura simbólica al rótulo del Centro Cultural Simón Bolívar. Foto: EL COMERCIO
Una sala de velación con su cortinaje beige, la frase ‘Paz en su tumba’ en el umbral, candelabros y arreglos de flores se instaló en una sala del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (Maac) para despedir, como en un velorio, a las letras del fallido nombre de Centro Cultural Libertador Simón Bolívar que tuvo el museo.
El repositorio sufrió una crisis institucional y de identidad luego de que el expresidente Rafael Correa decidiera cambiarle el nombre de Maac a Centro Cultural Libertador Simón Bolívar en julio de 2009, una denominación que tuvo por casi 10 años, hasta que recuperó el nombre con el que nació en 2004, gracias a la actual Dirección del Museo.
En el interior de la sala de arte contemporáneo se velaron las letras incompletas de latón instaladas en una pared con el rótulo de Centro Cultural Libertador Simón Bolívar, letras que fueron retiradas de la fachada en octubre del 2018, cuando el museo recuperó el nombre de Maac.
Tras los aires marciales de liras y tambores de una banda colegial, las letras fueron desmontadas la tarde de este viernes 19 de de julio y voluntarios las llevaron en un cortejo acompañado por música de la banda en una acción o happening que propuso el colectivo artístico Chivox para “terminar de sepultar” el proyecto que supuso el rótulo.
El cortejo avanzó por el Malecón hasta un cercano muelle en el centro de Guayaquil, donde se embarcaron los voluntarios con las letras a un paseo fluvial con la intención de lanzar las letras a las aguas del río Guayas.
La escultura es una obra del artista guayaquileño Marco Alvarado estuvo en el velorio. Foto: EL COMERCIO
“Cuando el Maac recuperó su nombre estuvimos en una muestra en el Museo, vimos las letras retiradas del antiguo rótulo y se las pedimos a la directora, María José Zurita, quien nos las cedió con la condición de que sea lo que fuera que hiciéramos con las letras, lo expusiéramos aquí”, contó David Orbea, miembro del colectivo Chivox.
En representación del cambio decidieron “matar el nombre” y, con ello, también el proyecto ideológico que el Gobierno anterior instauró en el museo con sus lógicas y burocracias, explicó Orbea. “La nomenclatura tiene a Simón Bolívar y coincide con su idea de una gran Colombia que también fracasó, de ahí viene el nombre de esta acción, ‘He arado en el mar’, queremos evidenciar el fracaso de ese proyecto cultural”, agregó.
El registro documental en video del particular velorio y sepelio será exhibido en el Maac hasta la próxima semana.
Una escultura de tamaño real del propio Simón Bolívar, con la tez cetrina, como un anciano campesino costeño, acompañó sentado e impávido la velación del rótulo: la escultura es una obra del artista guayaquileño Marco Alvarado, pieza de su Proyecto Bolívar (2010). “Es un momento relevante para el Maac y para la escena artística local, la idea es que esto conduzca a una transformación profunda y eso implica el aporte de todos”, dijo Alvarado.