La literatura de tres escritoras guayaquileñas se tomó España

María Fernanda Ampuero (izq.), Mónica OjedaySolange Rodríguez, antes de un evento reciente en Guayaquil.

María Fernanda Ampuero (izq.), Mónica OjedaySolange Rodríguez, antes de un evento reciente en Guayaquil.

María Fernanda Ampuero (izq.), Mónica OjedaySolange Rodríguez, antes de un evento reciente en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / El Comercio

La tensión de los cuentos de Solange Rodríguez solo es proporcional a la noción de extrañamiento que mana de su más reciente libro, ‘La primera vez que vi un fantasma’. “Yo entiendo la tensión como sembrar la idea de que algo va a pasar”, dice la autora. Y en los 15 cuentos del libro el cometido parece sembrar en el lector una misma inquietud: ¿adónde va todo esto?

Aunque hay piezas que pueden inscribirse en la literatura fantástica, incluso de terror, los fantasmas del libro son sobre todo nostálgicos. “Son fantasmas de cosas o relaciones que ya no están o imaginaciones que pueden ser muy tormentosas”, dice Rodríguez, profesora de la Universidad de las Artes (UArtes).

‘La primera vez que vi un fantasma’ (Candaya/UArtes), presentado a finales de octubre en Guayaquil, sigue la estela de otros dos títulos de escritoras ecuatorianas publicados este año en España, y destacados por dos diarios internacionales. Guayaquil se tomó con estos libros las mesas de novedades de las librerías ibéricas y con ello ganan también visibilidad en Latinoamérica.

‘Mandíbula’, novela de Mónica Ojeda (Candaya), se situó entre los mejores libros del 2018 del diario El País de España. Y ‘Pelea de gallos’ (Páginas de espuma), libro de cuentos de María Fernanda Ampuero, figuró en la lista de los mejores libros de ficción del año del New York Times en Español.

Las tres autoras son guayaquileñas -las dos últimas residen en España-, publicaron sus libros este año en editoriales independientes españolas y reconocen que una noción de perversidad y monstruosidad -desde sus diferentes ópticas y estilos- marcan su literatura.

Ojeda, que había narrado sin pudor la pedofilia en su novela ‘Nefando’, también de la española Candaya, fue inscrita por El País dentro del otro ‘boom’ latinoamericano: el femenino. “La categoría de ‘boom’ sigue siendo más comercial que crítica. Pero algo está pasando en efecto, la recepción es la que ha cambiado, no la calidad de la literatura escrita por mujeres”.

María Fernanda Ampuero coincide con Ojeda en que las facilidades tecnológicas, el movimiento feminista y el hecho de que “la mayoría de lectoras son mujeres” les ha otorgado una mayor visibilidad. “Sería injusto decir que nosotras somos las que estamos inaugurando este éxito de la literatura ecuatoriana escrita por mujeres”, dijo Ampuero, en una reciente charla organizada por Palabralab en Guayaquil. “No somos una anomalía o una novedad histórica, sería pisotear la tumba de grandes mujeres y el nombre de muchas que siguen vivas”.

Olga Martínez, de la editorial Candaya, le dijo a EL COMERCIO que esperan que nuevos autores ecuatorianos sigan llegando a España tras un convenio de coedición con la UArtes. Esperan publicar al menos un libro al año. “Habíamos publicado a Ojeda y a Mario Campaña, poeta guayaquileño que vive en Barcelona. Tras una invitación al Festival Ileana Espinel de Guayaquil, el año pasado, descubrimos que Ecuador tiene una potencia literaria desconocida afuera”.

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