El conjunto durante una de sus presentaciones al cumplir 51 años de vida artística. Foto: Cortesía Ñucanchi Llacta
Con una trayectoria de 51 años, Ñucanchi Llacta (Nuestra Tierra, en español) está considerado el grupo de danza más representativo de Imbabura. El fin de semana anterior representó a Ecuador en el III Congreso Académico de Artes y Oficios Nicolina Castro, en Popayán, Colombia. En la cita se presentaron 120 expositores y grupos de danza.
La delegación ecuatoriana estuvo conformada por 20 bailarines que pusieron en escena, el 16 y 17 de noviembre, la alegría y colorido de las danzas tradicionales de nuestro país, como el sanjuanito, albazo, aire típico y tonadas, entre otros.
De esta manera, Ñucanchi Llacta retomó su fama que ha traspasado fronteras, desde sus primeras salidas hacia el exterior a partir de 1967.
Una de las primeras actuaciones se realizó en la Feria de Integración Colombo-Ecuatoriana, en donde el conjunto recibió una presea dorada por su actuación, en la que demostró las principales danzas indígenas y mestizas del Ecuador.
También pasearon su arte por Perú, México, Estados Unidos. En esta última nación ganaron en dos ocasiones el Festival Hispano-Americano.
Esta última vez, el conjunto, al igual que otras personalidades e instituciones de Imbabura, fue invitado por Antonio Farinango, cónsul honorario de Ecuador en Popayán.
Consuelo Terán, actual directora de Ñucanchi Llacta, recuerda que todo empezó como un reto juvenil; ella y Rubén Suárez, su esposo, comenzaron este proyecto cultural el 3 de agosto de 1967.
A su mente vuelven las primeras coreografías que improvisaron durante las fiestas del Colegio de Artes Daniel Reyes, de San Antonio de Ibarra. Ese fue el inicio de esta institución cultural que ha formado a tres generaciones de danzantes.
Para Luis Revelo, presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo Imbabura, la trayectoria de más de medio siglo sobre el escenario hablan del potencial de Ñucanchi Llacta, el grupo más representativo de Imbabura. Él resalta la vocación y el amor por las artes de doña Consuelito, como la conocen sus allegados, que se puso al frente de la agrupación, luego que falleció su esposo y exdirector del afamado conjunto, en el 2006.
La Casa de la Cultura ha sido el semillero de las nuevas generaciones de bailarines. Pero también una de las principales vitrinas para que Ñucanchi Llacta muestre su arte. Otro escenario emblemático es la Hostería Chorlaví, de Ibarra, donde el grupo deslumbra a los turistas cada fin de semana.
La mayoría de las obras son el resultado de una investigación en torno a las danzas, vestimenta y ritmos tradicionales.