Robert Morales, Tania Navarrete, José Luis Jácome y Verónica Olivo, organizadores del Festivalfff. Foto: Galo Paguay / El Comercio
El primer lunes de marzo del 2003 fue un día atípico en el Parque El Sueño de Ambato. Ese día, este espacio poblado de senderos ecológicos y juegos infantiles, se convirtió en el escenario de la primera edición del Festivalfff, un encuentro de música independiente que este año celebrará su XV edición.
Los protagonistas de ese concierto fueron Mamá Vudú, Cafetera Sub, Mortero, Obscura, Sudakaya, Fusión Mutágeno, Can–Can, Desenfrenados y Tamuga. Los nombres de estas bandas fueron impresos en un cartel de color amarillo que, desde el sábado, es parte de la exposición retrospectiva del festival, que se exhibe en el Museo Rock Ecuatoriano.
Junto a este cartel están una serie de objetos que cuentan la historia del Festivalfff: los casetes de las presentaciones en vivo de las bandas que participaron en la primera edición; el primer demo de Mortero y de Estación Polar -un proyecto de Mamá Vudú-; el amplificador con el que tocaban bandas como Cafetera Sub y ediciones de la revista Dogma.
Cada una de las vitrinas que se usaron para montar esta exposición tiene objetos que seducirían a cualquier melómano, como los carteles de festivales que se organizaron en el país en la década de los ochenta y noventa como Sol de Noviembre, Rock Concert, Infusión, o el Pululahua Rock, que se organizó hace 20 años, en el cráter del volcán Pululahua.
José Luis Jácome, director de arte del Festivalff, cuenta que estos encuentros musicales inspiraron la creación de este ciclo que se celebra desde hace 15 años, en Ambato. Varias de las vitrinas tienen objetos de bandas y músicos que se han convertido en icónicos para el festival, entre ellas Sudakaya, Mesías Maiguashca, Tanque, Guanaco, Nadie, y Telefunka.
Maiguashca fue parte del cartel de músicos que se presentaron en la edición del 2010. De este compositor ecuatoriano se exhiben una caja de colección que contienen un acetato de Oeldorf, el grupo de ‘noise’ que fundó en Alemania; una copia de la partitura de Ayayayayay, el catálogo de la exposición que montó en Quito y una fotografía de sus años de juventud.
Una de las vitrinas de la muestra está dedicada a contar la historia de la edición del 2012, que tuvo como protagonistas a artistas como Rima Roja en Venus, Cayetana y Lolas. Tania Navarrete, directora del festival, cuenta que en esta edición se mostró que las mujeres también tienen una fuerte presencia dentro de la escena musical independiente.
Navarrete añade que uno de los objetivos del festival siempre ha sido conectar a los artistas ecuatorianos con la escena internacional, a través del intercambio con otros festivales de la región como Rock al Parque, de Bogotá.
Uno de los últimos logros del Festivalfff se produjo el año pasado cuando el instituto de Fomento de las Artes Innovación y Creatividad lo designó como un ‘Festival Emblemático’.
Esta muestra es la antesala de una edición en la que sus organizadores se pusieron el reto de preguntarse cómo sonaría la música ecuatoriana en el futuro. Con base en esta inquietud se eligió un cartel que está integrado por bandas como Skaimanes, Tonicamo, Evha, Boris Vian, Los Nin, Love Ghost, Don Bolo y La Malamaña.