Una imagen del folleto lanzada el 7 de enero de 2020 muestra una escultura titulada ‘The End’ de la artista británica Heather Phillipson, que ha sido elegida para ocupar el cuarto plinto en Trafalgar Square en Londres. Foto: AFP
Una cereza gigante sobre un cono de nada, y encima una mosca y un dron. Esta escultura que sugiere “arrogancia y colapso inminente” se alzará durante dos años en pleno corazón de Londres, anunció este martes 7 de enero del 2020 el ayuntamiento de la City.
‘The End’ (El Fin), de la artista británica Heather Phillipson, no es únicamente una escultura, sino una obra multimedia ya que las cámaras del dron grabarán en directo las inmediaciones y sus imágenes podrán verse en una página web.
La obra se instalará en marzo y durante dos años en el cuarto zócalo, vacío, de la céntrica Trafalgar Square, donde se suceden diferentes esculturas desde 1998.
Los organizadores la describieron como “exuberante, incómoda y sugiriendo arrogancia y colapso inminente”, sin precisar a qué se refiere esta desintegración simbólica.
Su instalación tendrá lugar casi dos meses después del Brexit, cuyos detractores temen que lleve al país a la ruina política y económica.
Trafalgar Square fue también el año pasado el corazón de las protestas del grupo ecologista Extinction Rebellion, que alerta sobre la emergencia climática y el futuro del planeta.
La plaza tiene cuatro grandes pedestales en sus esquinas, tres con estatuas permanentes y un cuarto que nunca fue terminado.
‘The End’ remplazará allí a ‘The Invisible Enemy Should Not Exist’ (el enemigo invisible no debería existir), que recreaba una antigua escultura iraquí destruida por el grupo yihadista Estado Islámico.