Pamela Cevallos junto a uno de sus cuadros. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Con ‘(des) embalajes’, la exposición que se inauguró el martes 23 en la galería N24, Pamela Cevallos entabla un nuevo diálogo entre su quehacer artístico y su interés por reflexionar sobre el patrimonio, la arqueología, la huaquería y la reproducción de piezas precolombinas realizadas por los artesanos de La Pila.
En 2015, Cevallos comenzó a visitar los talleres de los artesanos de La Pila, parroquia rural de Montecristi. Una de las cosas que más llamó su atención fue la presencia de tomos de la Enciclopedia Salvat de Arte Ecuatoriano de 1977. Al poco tiempo, se enteró que las fotos de esta publicación les servían para crear las réplicas de las piezas que comercializan.
La visita a la exposición se inicia con una serie de fotografías en las que aparecen imágenes de esta enciclopedia; en medio de sus páginas se distribuyen réplicas de objetos precolombinos. A través de estas obras, Cevallos crea un juego narrativo entre los registros de un conocimiento sobre el pasado arqueológico que ha sido legitimado y otro que no.
El recorrido avanza por una serie de trabajos en gran formato, con fondo blanco, en las que pintó objetos arqueológicos colocados en lugares inusuales. En ‘Museo’, por ejemplo, la figura de una pieza en forma de pez reposa sobre una lata de atún. En la pieza ‘Coleccionista’, un par de pequeños objetos están dentro de un sobre de pastillas de color rojo.
Una de las referencias que usó para pintar esta serie fue el Atlas de 1892 de González Suárez. Se interesó por el orden en el que aparecían los objetos en esta publicación y comenzó a pensar cómo reorganizar las réplicas de piezas arqueológicas que tenía en su casa. De este ejercicio surgieron obras de la muestra como ‘El intermediario’. En esta pintura, la artista presenta una silla manteña que está rodeada de la basura que se genera luego del proceso de desembalaje de una obra.
Cevallos contó que empezó a pintar estos cuadros en marzo del año pasado, como un ejercicio para sistematizar todo el trabajo de campo que había realizado en La Pila. Agregó que esta exposición es una forma de crear una entrada más abstracta a las investigaciones que ha realizado en este lugar.
El recorrido por esta muestra incluye el encuentro con ‘Huaquero’. Se trata de una pintura con fondo gris en la que vuelve sobre el mundo de la réplica artesanal que investigó en Manabí. A partir de esta obra, en la que aparecen un par de pies, pintó y dibujó una serie de réplicas de la misma imagen en distintos formatos.
Para esta muestra también le interesó mostrar la manera en que ciertas instituciones manejan el discurso del cuidado del patrimonio cultural; la forma en que las personas construyen sus apropiaciones en relación a estos bienes; y, asimismo, lo que pasa cuando estas piezas están en otros países y son recuperadas. Estas ideas saltan a la vista en obras como ‘Regresos’, en la cual pintó una figura precolombina partida en dos, a la altura del cuello.
Igualmente, en estas pinturas la idea de bodegón con la que trabajó esta artista adquiere una nueva lógica. La armonía que suele acompañar a este tipo de obras es puesta en tensión por la presencia de objetos o seres, a través de los cuales también se cuestiona la idea de lo patrimonial.
Un ejemplo de este ejercicio es ‘Oro’. Esta es una obra en la que pintó la réplica de un utensilio precolombino el cual se encuentra rodeado por gallos, patos, perros, lobos y cerdos.