Un cuento tribal indaga en la dinámica de lo irracional

La compañía de danza En Avant pondrá 25 bailarines en escena. Foto: Cortesía en Avant

La compañía de danza En Avant pondrá 25 bailarines en escena. Foto: Cortesía en Avant

La compañía de danza En Avant pondrá 25 bailarines en escena. Foto: Cortesía en Avant

El ballet y el concierto orquestal ‘La consagración de la primavera’, del compositor ruso Ígor Stravinski, narra la historia de un pueblo antiguo que se reúne una vez al año en el inicio de la primavera para ejecutar el rapto y sacrificio de una doncella e invocar así el favor de los dioses paganos, en el comienzo de un nuevo ciclo de siembra y cosecha.

“El reto es contar sin palabras lo que sienten las personas en un proceso que les exige abandonar su humanidad”, dice Max Foster, coreógrafo estadounidense de la compañía En Avant. “Y proyectar emociones a través de la danza y del cuerpo. Con esos actos, gestos táctiles e imágenes, ir revelando el contenido de esta historia”.

Los 25 bailarines de la compañía de danza guayaquileña y más de un centenar de músicos de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG) participan en el montaje de la obra, que se estrenará este viernes 31 de mayo en el Teatro Centro Cívico del sur de Guayaquil, y que se presentará también el sábado, en dos funciones gratuitas.

‘La consagración de la primavera’ es exaltada por el director de la orquesta, el músico ítalo-argentino Dante Anzolini, como una obra capital del sinfonismo universal por “su carácter vanguardista y revolucionario, con momentos de una rapidez imposible, crescendos increíbles en volumen y un alto grado de conexión de conjunto”. En la pieza, los cuerpos conflictuados de bailarines son atravesados por corrientes convulsas, habitados por espíritus de las mujeres sacrificadas de años anteriores. Se ponen pintura en el rostro o se despojan de la ropa en un baile frenético, casi hasta la desnudez, como si con la ropa renunciaran también a todo resto de empatía y conectaran con una violencia primitiva e irracional, apunta Foster.

“La obra gira en torno a las convicciones grupales y se puede extrapolar a cualquier grupo que se aferra ciegamente a una convicción que los lleva a despojarse de todo principio, como para llevar a una persona a la muerte con toda la convicción de que eso tiene que pasar”, dijo Jéssica Abouganem, directora de En Avant y bailarina de la pieza.

Como parte de esta lógica instintiva, los bailarines se limpian el maquillaje tribal del rostro con toallas que humedecen en baldes con agua y luego le lanzan las toallas al cuerpo de una bailarina empujada y excluida en el centro del semicírculo.

La puesta original incluye referencias a la cultura ancestral rusa mientras que la versión de En Avant le imprime un lenguaje más universal, desde la danza contemporánea. Como acto introductorio para la gala de ‘La consagración’ se presentará ‘La Mer’, composición sinfónica de Claude Debussy.

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