María Gabriela Portaluppi exhibe la muestra fotográfica ‘Es ficción pero aún así duele’ en la Casa Cino Fabiani de Las Peñas. Foto: Gabriel Proaño / Para EL COMERCIO
La historia de ficción de un guión es puesta en escena a través de 13 fotografías en la planta baja de un inmueble patrimonial. Los ambientes de un quinto piso en un edificio del centro son el escenario de obras de butoh, danza japonesa de la “muerte y la oscuridad”. Casas y departamentos en Guayaquil acogen nuevas propuestas artísticas e invitan al público a relacionarse de otras maneras con la cultura.
La Casa Cino Fabiani, del patrimonial barrio Las Peñas, lleva seis años de consolidación como un espacio para el teatro y las artes plásticas. La Casa Vicho, un departamento en el número 264 de las calles Rocafuerte y Loja, comenzó a presentar propuestas de danza desde el pasado mes de marzo.
“Las Noches del Chivo es un proyecto escénico, cuya idea consiste en presentar una propuesta mensual a bajo precio, pero de gran calidad en espacios no convencionales”, explica Christian Levi, director de La Calderachamanika Productos Culturales. “El departamento del fotógrafo Vicente Gaibor, en un edificio de los años 40, con muchas habitaciones y salas de estar, fue el espacio perfecto para empezar el proyecto”.
La propuesta inició con dos funciones de butoh, danza contemporánea que surgió a partir de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, a cargo de la maestra chilena Evelyn Barra y el ecuatoriano Rafael Risco.
El departamento tiene capacidad para 45 personas que asisten de pie a las funciones, desplazándose a dos salas de estar e incluso al baño, pues la tina ha sido escenario de uno de los performance.
Levi tiene lista su agenda de eventos hasta julio. La próxima función en la Casa Vicho será el 15 de mayo, con un dúo de danza contemporánea. También tiene previsto un monólogo ‘drag queen’.
Mientras que la Cino Fabiani alberga por estos días la exposición ‘Es ficción pero aún así duele’, que parte de un proyecto de grado de María Gabriela Portaluppi, que cursó un postgrado de fotografía en la Fundación Armando Alvares Penteado (Faap), en Sau Paulo, Brasil.
“La idea era hacer un guión de cine sobre una chica que encuentra una caja de cosas viejas, que su mamá le dejó al morir y ella va tras las historias, analizando los objetos captados en las fotos expuestas”, explicó Portaluppi.
La exhibición presenta las fotografías de esos elementos familiares y algunos de los objetos físicos, junto a una copia impresa del guión de 46 páginas.
Por el inmueble patrimonial, que cuenta con tres ‘escenarios’, han pasado propuestas alternativas. “En las entrañas de la casa, un escenario feo y lúgubre, con las bases de estructura mixta, se desarrollaron el año pasado dos obras de teatro”, indicó Arnaldo Gálvez, que le encontró nuevos usos a la Casa Cino Fabiani, luego de que estuviera abandonada por 20 años.
El Microteatro de Guayaquil, una casa de tres plantas en la ciudadela Miraflores (Las Palmas 307 y calle Cuarta), renueva cada mes la parilla de cinco obras de teatro breve (hasta 15 minutos), con funciones de miércoles a viernes, a las 19:30.