Jonathan Salcedo (izq.), Mickey Suntaxi, Yuyo Romero, Hernán Zúñiga, David Ayora, Paolo Thoret y Andrey Astaiza en el corno francés. Foto: Wladimir Torres / EL COMERCIO
El corazón del nuevo disco de la banda de rock Espanta Ratas es el performance lírico ‘Requiem 15 N’, una adaptación en verso libre de la novela de Joaquín Gallegos Lara, ‘Las cruces sobre el agua’, creación de Hernán Zúñiga.
El poeta y artista plástico guayaquileño recitó los versos en escena acompañado por el rock psicodélico de la agrupación, un réquiem por la matanza obrera del 15 de Noviembre de 1922, en el Museo Antropológico y Arte Contemporáneo (Maac).
La banda guayaquileña lanzó el disco ‘Memorial (1922)’ con un concierto en el que conjugó un performance multidisciplinario que incluyó proyección de videoarte, pinturas en la escenografía y la poesía integrada al rock del conjunto.
El corno francés de Andrey Astaiza, músico y académico que ha tocado con las principales sinfónicas del Ecuador, abrió la musicalización del tema principal, una obertura recitada en tono exaltado por Zúñiga, guayaquileño de 68 años.
“Hay un aguasangre en la orilla del Guayas, unas cruces que flotan dolientes sobre el agua, los espectros de lodo en la orilla y unas sombras tenebrosas en los soportales del puerto”, arrancó el texto, en el recital.
El álbum incluye además temas como ‘Los Salmos de Juan Pueblo’ y ‘Náufragos de la psicodelia’, a partir de la poesía del artista, marcada al igual que su pintura por una noción de marginalidad.
“Los Salmos de Juan Pueblo’ son un intento por fusionar el pasillo costeño con el rock, con versos que aluden a la realidad guayaquileña, lo que he denominado el barroco guayaco. Son decires de poesía popular en la voz de un Juan Pueblo que yo personifico”, explica Zuñiga.
‘Náufragos de la psicodelia’ es un poema musicalizado también por Jonathan Salcedo, pianista, vocalista y líder de Espanta Ratas. El poema-canción habla de cibernautas tecno-iluminados, shamanes urbanos que regodean sus saberes y náufragos de la psicodelia reflotando en mares de estertores…
Se trata de un poema que alude a la generación ‘beat’, aquellos escritores ‘outsiders’, que renovaron la literatura contemporánea con su narrativa subterránea, una generación “que cambió el esquema de la literatura formal del mundo occidental”.
“La intención es captar el público juvenil que suele tener el prejuicio de que la poesía es aburrida, una forma de percibir la poesía desde otro ámbito”, agregó Zúñiga. “También revitalizar el rock en el sentido de que hay una visión a veces prejuiciada del género”.
La selección recopilatoria de siete canciones se completa con las composiciones del propio Jonathan Salcedo. Con temas como La Balsa y El mágico relato de mis abuelas, la agrupación pretende simbolizar desde el rock fusión “elementos espirituales de la vida cotidiana de los guayaquileños”, según Salcedo.
Entre los invitados al concierto de lanzamiento, además del cornista estuvo la cantante María Belén Guillén. El grupo lo integran además David Ayora y Paolo Thoret, en la guitarra; Yuyo Romero en la batería y Mickey Suntaxi, en el bajo.
El conjunto –explica su líder- está interesado en el aliento poético y el repertorio pictórico de Hernán Zúñiga, un “barroco guayaco” que han querido traducir a la música, a partir de los ‘metalenguajes’ marginales y la indagación en el imaginario popular.
La banda de rock Espanta Ratas se presentará nuevamente el próximo 9 de diciembre, a las 18:00, en el Teatro Centro Cívico de Guayaquil. Memorial (1922) es el tercer trabajo de la banda; el primero como proyecto multidisciplinario en sus 4 años de trayectoria. El grupo se perfila como gestor cultural con mensajes de identidad y aportaciones conceptuales a la música contemporánea.